35) LEY DE LA ATRACCION - El péndulo

Este artículo es como una continuación del anterior y también lo podría haber denominado una de cal y una de arena.

 

En mi último post yo arranqué diciendo que no sabía qué escribir, en cambio con este otro me ocurrió lo contrario, tengo 5 temas para desarrollar:

 

1º) LEY DE LA ATRACCIÓN – El péndulo

2º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Dar para recibir

3º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Mensajes y comunicaciones

4º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Mi meta

5º) LEY DE LA ATRACCIÓN – Libros ¿Ventas de vivos o compras de...?

 

Lo que no quiere decir que vaya a respetar ese orden de publicación, o incluso que intercale algún tema nuevo que se me ocurra en el transcurso de las semanas venideras.

 

Pero en definitiva lo importante de esto, es que si ustedes leyeron el anterior artículo, verán cómo pasé de un extremo (inicialmente pesimista) al otro (rebosante de energía).

 

¿Por qué me sucedió ello?. Es lo que se denomina la Ley del péndulo.

 

La ley de la atracción es la ley madre, pero ésta está compuesta por una sucesión de leyes, que en la medida que sepamos cuándo hacen su aparición, o en su defecto cuándo apliquemos sus postulados correctamente, será en ese momento que obtengamos el mejor fruto de su utilización.

 

Y en este caso particular voy hablar de la citada Ley del péndulo, que en el Kybalion se lo conoce como “El principio del ritmo”, es así que en la página Nº 18 del referido libro dice:

 

Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento a la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.”

 

¿Esto qué quiere decir?. Que en la vida nos movemos al ritmo de un movimiento pendular, vamos continuamente deslizándonos de un polo al otro. Según la bibliografía al respecto, sólo en raras ocasiones se llega al extremo de cada polo. Pero sí, ese balanceo es simétrico de un lado hacia el otro.

 

Y este movimiento pendular es Universal, afecta a las Naciones, personas, animales, etc. Y en todos los órdenes de la vida, en las actividades comerciales, sentimientos y emociones, en definitiva en todo lo que nos relaciona en nuestro diario vivir.

 

Por esa razón indefectiblemente luego de una etapa optimista vendrá una pesimista o viceversa. A un momento de altos éxitos comerciales, le vendrá su opuesto de malos resultados económicos y así con todo.

 

Ahora bien, ¿cuánto dura cada ciclo pendular?. Pues ello varía sobre qué estemos hablando.

 

A nivel económico se calculan ciclos de nueve años, donde al cabo de cada ciclo se produce el año de menor beneficio económico.

 

Pero también están los movimientos pendulares que duran un día, una semana, un mes, todo dependiendo de qué tema material o psicológico estemos tratando.

 

Por eso hay veces sin ver una razón valedera, pasamos de estar eufóricos a tener un pesimismo que nos tira al suelo.

 

Entonces el tema está en reconocer que esos momentos negativos que tenemos en los sentimientos, emociones, en lo económico, no depende necesariamente de nuestra actitud mental.

 

Es decir por un lado está lo que dice la Ley de la Atracción propiamente dicha: A pensamientos negativos nos vendrán acontecimientos perjudiciales y con pensamientos positivos atraeremos hechos beneficiosos.

 

Pero por otro lado está ésta Ley del péndulo, la que independientemente de nuestros pensamientos actuará sistemáticamente.

 

Es aquí, donde debemos detenernos a analizar esto y ver que cuando nos pasa esos momentos de angustia, desazón, pesimismo (cuando en realidad veníamos de experimentar buenos momentos de la vida), significa que el moviendo pendular cambió de dirección.

 

Y ante esa circunstancia debemos entender que es consecuencia de esta ley y no porque seamos unos inútiles de no saber disfrutar los buenos momentos, que tengamos esas sensaciones de pesimismo.

 

Por lo tanto al entender esto, podemos estar preparados y en guardia para cuando se nos presenten esas etapas de pesimismo.

 

Digo en guardia, porque cuando llegue ese instante debemos salir lo más rápido posible de esa situación, para que los efectos de esa etapa se reduzcan al máximo y produzca el menor daño posible, e incluso llegar a anular totalmente sus consecuencias.

 

Ahora bien, para explicar cómo debemos neutralizar ese movimiento pendular “negativo”, me remito al comienzo de este artículo y al artículo anterior propiamente dicho.

 

Cuando la semana anterior no se me ocurría sobre que escribir, en vez de dejarme vencer por el pesimismo y decir lo dejaré para mañana o pasado cuando me venga alguna idea a la cabeza, apliqué la fuerza de la voluntad y sentado frente a la computadora empecé a escribir lo primero que mis sentimientos me dictaban y automáticamente fueron surgiendo un párrafo tras otro.

 

Es decir al opuesto de “no puedo” le impuse el “sí puedo”. Esto también lo expliqué un poco en uno de mis primeros artículos donde comentaba cómo neutralizar los pensamientos negativos.

 

Y como consecuencia de lo anterior terminé escribiendo dicho artículo. Pero esto es sólo la mitad de la verdad.

 

Pero antes de explicar esa otra mitad de la verdad, quiero dejar en claro desde que posición hago este análisis y el de todos los artículos que he escrito.

 

Siempre digo respecto a la Ley de la atracción que yo soy un estudiante y a su vez un investigador de sus preceptos. Estudiante porque voy aprendiendo de lo que los autores consagrados vierten en sus libros, e investigador porque realizo “pruebas de campo”, para verificar esas mismas enseñanzas que voy recopilando por medio de mis propias experiencias.

 

Y realizo dicha aclaración, porque cuando realice la explicación de cómo se produce el efecto que contrarresta el movimiento pendular negativo, debe considerarse al mismo como una teoría en experimentación.

 

Y digo experimentación, porque si bien se cumplió conmigo, fue hasta ahora la única vez (en forma consciente): por lo tanto para considerarse como una teoría probada, como toda experimentación deben repetirse sus resultados en el tiempo, en mi persona y en todas las que lo apliquen, para de esa manera saber que es la correcta.

 

Consecuentemente mi actitud es aprender al mismo tiempo que voy enseñando.

 

Entonces realizada la aclaración pertinente, explico a qué me refiero con la otra mitad de la verdad:

 

Al comienzo de este post dije que pasé del pesimismo del anterior artículo, al mayor optimismo.

 

Entonces ante este hecho “paré la pelota” y me dije: ¿qué pasó?. De casi no poder escribir un artículo hace siete días, ahora tengo cinco temas para escribir.

 

Así que analicé los hechos y saqué las siguientes conclusiones:

 

1º CONCLUSION

 

El movimiento pendular se realiza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, con la particularidad que cuando el péndulo está llegando (tanto de un lado como del otro) a la parte más elevada, su velocidad va disminuyendo.

 

2º CONCLUSION

 

Ante un sentimiento negativo (muestra de que ingresamos al polo pendular negativo), puede ocurrir dos cosas: Una, que nos pongamos más negativos, más tristes y como consecuencia de ello produzcamos una reducción de la velocidad pendular negativa. Por lo tanto tardaremos más en salir de dicho “sector pendular”, ya que recorreremos la misma distancia en mayor tiempo, para recién mucho después retornemos al moviendo pendular positivo.

 

3º CONCLUSION

 

Por contraposición a la segunda conclusión, cuando yo me impuse la fuerza de la voluntad por escribir a toda costa el artículo que inicialmente no podía realizar, produje que la velocidad pendular negativa se acrecentara a tal magnitud, que recorrí esa distancia negativa tan rápido que no sentí sus efectos adversos. Y por otro lado esa inercia impresa por “la fuerza de la voluntad”, me impulsó como rebote sin saberlo al otro extremo del péndulo (el polo positivo).

 

4º CONCLUSION

 

Entonces realizando una conclusión final, vemos como se comporta en forma diametralmente opuesta, el pesimista y el optimista, ante las mismas situaciones de los periodos pendulares negativos y positivos:

 

El pesimista cuando ingresa a ese sector negativo, como cuando uno se cae en un pozo, en vez de querer escalar para salir, inconscientemente toma una pala y sigue cavando para abajo, profundizando su estadía en este punto.

 

En cambio el optimista como lo expliqué más arriba, potencia su optimismo, sacándole el mayor provecho a su permanencia en este movimiento pendular positivo.

 

Pero el análisis más sorprendente de esta situación, es que el pesimista cuando ingresa al movimiento pendular positivo, se mantiene mucho menos tiempo que el optimista. Ahora uno se dirá: Pero cómo, qué tonto no querría estar más tiempo pasando buenos momentos.

 

Pues el pesimista es lo que hace, como dije más arriba no en forma consciente, pero dada su forma de pensar, de la misma manera que cuando está en la etapa negativa se dice así mismo: Esto me pasa porque lo merezco, porque no soy un ganador.

 

Mientras que cuando está en la etapa positiva, siguiendo la misma conformación de pensamiento se dice: Esto no me va a durar mucho, pronto volveré a ser un perdedor como toda mi vida.

 

Es decir en el movimiento pendular negativo, disminuye la velocidad permaneciendo más tiempo en dicho período y en el movimiento pendular positivo, contrariamente aumenta la velocidad saliendo más rápido de dicha etapa positiva.

 

De tal forma que veremos que en cada rango de moviendo pendular calculado en porcentajes, en cuanto la persona sea más pesimista permanecerá un 70% o más en la etapa negativa y sólo un 30% o menos en el período positivo.

 

Mientras que estos porcentajes se invierten en quien emplea una mentalidad positiva.

 

Y volviendo al ejemplo con que inicié este post, algunos dirán que escribir artículos no es algo importante, incluso los periodistas escriben artículos todos los días (yo lo hago sólo semanalmente). Y yo les podría responder sí tienen razón.

 

Sin embargo no importa si lo que estamos analizando o haciendo es muy importante o poco, el tema está en no dejarnos vencer por esa circunstancia, sabiendo que tiene mucho que ver la ley del péndulo y no sólo nuestra personalidad.

 

Entonces como el ejemplo que di, si no aprendemos a reponernos rápidamente de situaciones pesimistas de poca importancia, ¿cómo aprenderemos a enfrentar y sobrepasar las que si son realmente importantes y valiosas para nuestra vida?.

 

Así que cuando uno presienta que está ingresando en el movimiento pendular negativo, hay que poner toda la fuerza de la voluntad posible, para dependiendo de lo que se esté haciendo, salir lo más rápido de dicha situación.

 

Ahora siguiendo un poco con la profundidad de este análisis, ustedes se pueden estar preguntando: ¿En definitiva por qué existe la Ley del péndulo?.

 

Yo no soy Dios para responderla, pero sí puedo decir por experiencia que las piedras en nuestro camino, permiten que impongamos nuestra fuerza de la voluntad y ejerzamos la perseverancia.

 

Y dicha combinación es la que da combustible a nuestras acciones y metas para que nuestros deseos crezcan junto con nuestras emociones, lo que permitirá la concreción de los mismos.

 

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.  

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