Hoy voy a investigar sobre lo que los autores dicen respecto a pedir un deseo “en secreto”; pero para ello voy a reiterar unos postulados sobre los cuales baso toda mi investigación, aún pecando de reiterativo, por la importancia que esto tiene en su significación, respecto a qué es y qué tipo de información contiene la Biblia:
1º- Es un libro de metafísica.
2º- Fue escrito como si fuera la bibliografía particular de cada uno de nosotros.
3º- Para comprender sus enseñanzas hay que tomarlas como si cada uno de nosotros fuéramos los únicos que existen sobre la Tierra.
De acuerdo a lo anterior busqué entonces en la Biblia los versículos donde dijera (simbólicamente), que los deseos hay que pronunciarlos en secreto. Y al hacerlo descubrí de acuerdo a mi hipótesis:
“Que los deseos no es hay que decirlos en secreto sino en silencio, que no es lo mismo”
Pero antes de explicar lo anterior trascribiré dichos versículos; aclarando que intercalaré tanto en medio de algunos versículos o al final de otros mis comentarios, para que se entiendan las traducciones que iré realizando, poniendo mis interpretaciones entre paréntesis, para diferenciarlos del texto bíblico propiamente dicho.
Según el evangelio de San Mateo 6, 1-8:
1-Guárdense de las buenas acciones hechas (Los pedidos de los deseos) a la vista de todos, a fin de que todos las aprecien. Pues en ese caso, no les quedaría premio alguno que esperar de su Padre que está en el cielo. (De lo contrario los deseos no se cumplirían)
2-Cuando ayudes a un necesitado (Cuando pidas un deseo), no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. (El deseo fue ya comunicado con el pensamiento, sin necesidad de decirlo en voz alta)
3-Tú, cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda (Tu Ego) debe saber lo que hace la derecha (Tu Espíritu):
4-tu limosna quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.
5-Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo, les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.
6-Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.
7-Cuando pidan a Dios, no imiten a los paganos con sus letanías interminables: ellos creen que un bombardeo de palabras hará que se los oiga.
8-No hagan como ellos, pues antes de que ustedes pidan, su Padre ya sabe lo que necesitan. (Dios sabe, pero exige que se le comunique en forma correcta, por medio de la mente subconsciente que es el Espíritu Santo y en silencio)
Según el evangelio de San Mateo 6, 19-20:
19-No junten tesoros y reservas (no pidan deseos) aquí en la tierra (con la boca), donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban.
20-Junten tesoros y reservas (pidan sus deseos) en el Cielo (con el subconsciente en silencio), donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones (Tu Ego) para romper el muro y robar.
Según el evangelio de San Mateo 12, 36-37:
36-Yo les digo que, en el día del juicio, los hombres tendrán que dar cuenta hasta de cualquier palabra difamatoria.
37-Tus propias palabras te justificarán, y son tus palabras también las que te harán condenar.”
Según el evangelio de San Mateo 15, 10-18:
10-Luego Jesús mandó acercarse a la gente y les dijo: “Escuchen y entiendan:
11-Lo que entra por la boca no hace impura a la persona, pero sí mancha a la persona lo que sale de su boca.” (los deseos que son pronunciados en voz alta)
12-Poco después los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Sabes que los fariseos se han escandalizado de tu declaración?”
13-Jesús respondió: “Toda planta (deseo) que no haya plantado mi Padre celestial (que no haya sido pedido en silencio) será arrancada de raíz.
14-¡No les hagan caso! Son ciegos que guían a otros ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.”
15-Entonces Pedro le pidió: “Explícanos esta sentencia.”
16-Jesús le respondió: “¿También ustedes están todavía cerrados?
17-¿No comprenden que todo lo que entra por la boca va al estómago y después termina en el basural?
18-En cambio lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que hace impura a la persona.
Entonces profundizando mi hipótesis esgrimida en este artículo, a qué conclusiones llego:
Según mi humilde apreciación, considero que la boca y las palabras que de ellas salen es el Reino del Ego, por lo tanto cuando pronunciamos un deseo, no es necesario para que éste fracase que otra persona lo escuche, sino que es nuestro Ego el que “para la oreja”.
Con lo anterior quiero graficar que no es suficiente pedir un deseo con hacerlo en “secreto”, porque el estar aislado de la atención de otros seres humanos no quiere decir que estemos solos; ya que nuestro Ego estará presente escuchando todo lo que decimos.
Por lo tanto cuando pedimos nuestros deseos (utilizando obviamente las herramientas correctas que he comentado en otros artículos), debemos hacerlos en silencio, porque el Espíritu Santo (la mente subconsciente) se comunica de esta manera (por los pensamientos y no por las palabras).
Ahora ¿por qué dichos deseos fracasan cuando son pronunciados en voz alta?
En uno de los artículos propuse una hipótesis, donde sugería que nuestro Ego al escuchar nuestro pedido, se aliaba al Ego de la otra persona para atacarnos ante dicha confesión.
Hoy sin embargo, basándome en los tres postulados que esgrimí al comienzo del presente post, debo decir que para nuestro Ego todos los demás Egos son enemigos y busca constantemente acentuar nuestra separación con el otro, para que de esa manera no podamos reconocer que nuestro Espíritu es parte de un “Todo”.
Es decir, nuestro Ego al escuchar el deseo que pronunciamos delante de otra persona, estará irradiando energía negativa hacia aquella persona que tenemos adelante (aun siendo un amigo), para que ésta reaccione contestándonos con frases como:
Es demasiado para ti.
No eres capaz
No digas pavadas
¿Estás seguro?, etc, etc, etc.
Y todas estas frases producirán en nuestra mente pensamientos negativos.
De la misma manera, si pronunciamos nuestro deseo en voz alta estando solos, el Ego nos mandará pensamientos negativos para atacar nuestra meta hecha pública en ese momento.
Con lo cual aquí me cabría una pregunta más profunda a continuación de la siguiente suposición:
Si lo dicho por mi fuera cierto y le contásemos nuestro deseo a otra persona por escrito y dicho individuo no realizase ningún comentario verbal del mismo, ¿Este deseo al no ser escuchado por nuestro Ego, no tendría por qué fracasar?
Con esto quiero decir lo que indiqué al principio del presente: Lo importante no es decir nuestros deseos en secreto, sino en silencio.
Y para finalizar, citaré los versículos donde considero que se nos está diciendo que la comunicación con el subconsciente le pertenece a Dios, mientras que la comunicación verbal le pertenece al Ego:
Según el evangelio de San Marcos 12, 13-17:
13-Querían pillar a Jesús en algo que dijera. Con ese fin le enviaron algunos fariseos junto con partidarios de Herodes.
14-Y dijeron a Jesús: ”Maestro, sabemos que eres sincero y que no te inquietas por los que te escuchan, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios. Dinos, ¿es contrario a la Ley pagar el impuesto al César? ¿Tenemos que pagarlo o no?”
15-Pero Jesús vio su hipocresía y les dijo: “¿Por qué me ponen trampas? Tráiganme una moneda, que yo la vea.”
16-Le mostraron un denario, y Jesús les preguntó: “¿De quién es esta cara y lo que está escrito?” (De quién es la boca) Ellos le respondieron: “Del César.”
17-Entonces Jesús les dijo: “Devuelvan al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios.” (La comunicación espiritual) Jesús los dejó muy sorprendidos.
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.
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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.
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