En esta oportunidad voy según mi interpretación a demostrar cómo, por medio de las palabras “falsos profetas”, Dios nos explica cómo los malos pensamientos perjudican a nuestros objetivos. A tal efecto trascribiré (para no hacerlo tan extenso) sólo la mitad del texto que habla sobre los falsos profetas, en el capítulo 23 del libro de Jeremías, que forma parte del Antiguo Testamento.
Aclarando que intercalaré tanto en medio del texto de algunos versículos o al final de otros, mis comentarios, para que se entiendan las traducciones que iré realizando, poniendo mis interpretaciones entre paréntesis, para diferenciarlos del texto bíblico propiamente dicho. A continuación los versículos 9 al 20:
Contra los falsos profetas
9- Para los profetas.
Se me parte el corazón en mi pecho,
tiemblo de pies a cabeza;
quedo como un borracho
que ha volteado el vino,
al ver a Yavé y oír sus santas palabras:
10- El país (la mente) está repleto de adúlteros (pensamientos opuestos a “La Palabra”); y porque los he maldecido, el país (la mente) está de duelo (afligida) y se han secado los oasis (la esperanza) del desierto. Corren para hacer el mal y se empeñan en actuar injustamente.
11- Hasta el profeta (los pensamientos) y el sacerdote se han vuelto impíos (irrespetuosos con Dios), y en mi propia Casa (la mente subconsciente) me he topado con su maldad, dice Yavé.
12- Por eso, su camino se les hará resbaladizo en la oscuridad; caerán y se irán al suelo cuando llegue el año del castigo y les envíe la desgracia.” (el castigo con que serán aniquilados por los pensamientos positivos)
13- No he encontrado más que estupidez en los profetas de Samaria (los pensamientos negativos): profetizaron en nombre de Baal (del Ego) y extraviaron a mi pueblo Israel. (la mente consciente)
14- Luego vi cosas horrorosas en los profetas de Jerusalén (en los pensamientos negativos): adulterio, apego a la mentira. Apoyan a los perversos (a los soberbios) de tal manera, que nadie se arrepiente de su maldad. Para mí son todos ellos como Sodoma, y los habitantes son como los de Gomorra.
15- Esta es, por tanto, la sentencia de Yavé de los Ejércitos sobre estos profetas (pensamientos): les daré como comida ajenjo (es una hierba amarga), y como bebida agua envenenada, porque a partir de los profetas de Jerusalén (los pensamientos negativos) la corrupción ha cundido por todo el país.
16- Esto dice Yavé: No escuchen las palabras de estos profetas (de los pensamientos negativos) que profetizan para ustedes, porque los engañan contándoles las visiones de su propia imaginación (del Ego) y no lo que sale de la boca de Yavé.
17- A aquellos que desprecian la palabra de Yavé les aseguran “que tendrán paz”, y a todos los que siguen los caprichos de su corazón, “que ninguna desgracia les va a suceder”.
18- Pero, ¿quién de ellos ha asistido a una reunión con Yavé ¿Quién ha visto y oído su palabra? ¿Quién se ha fijado en sus palabras para transmitirlas?
19- El temporal de Yavé estalla, una tempestad se desencadena y se precipita sobre las cabezas de los impíos (irrespetuosos con Dios).
20- Es la cólera de Yavé que no se calmará hasta que no haya cumplido y realizado el propósito de su corazón. Después entenderán ustedes todo esto claramente.
Cada vez que profundizo mi estudio de la Biblia, voy dándome cuenta que las palabras que se emplean, aun cuando se habla de personas, es siempre para trasmitir partes o funciones de la mente humana.
Es así que en estos versículos, se sintetiza el sentido que se le da fundamentalmente al término “profetas”, que representan nuestros pensamientos.
En la medida que sean pensamientos positivos serán llamados profetas, los que trasmiten la palabra proféticas de Dios; mientras que con los falsos profetas, se está representando a los pensamientos negativos que trasmiten las mentiras del Ego.
Dios con esto nos está enseñando, que no debemos escuchar a nuestros pensamientos negativos, porque estos pertenecen al Ego; mientras que de Dios sólo vienen los pensamientos positivos.
Y la forma de combatir estos pensamientos negativos que nos quitan la esperanza, es atraer hacia nosotros los pensamientos positivos. En artículos anteriores he citado muchas de las herramientas mentales que facilitan esto:
Nº 60 - Reconocer las tropas del enemigo.
Nº 66 - ¿Por qué, para qué?.
Nº 86 - La casa alquilada.
Ahora ustedes se preguntarán ¿Esto está perfecto, pero en qué influye en todo este proceso el combatir los pensamientos negativos, respecto al proceso propio que se utiliza para crear “un deseo”?
Por medio del análisis y estudio sobre los deseos que se me han cumplido, he encontrado un denominador común que aglutina a todos esos deseos realizados (Ver el artículo titulado “Nº 91 - Valorar el ahora”).
Y también mediante la interpretación de otros versículos, he llegado a la conclusión de que tomar a los pensamientos negativos desde una perspectiva positiva, nos permite superar el último escollo anterior a la conformación de nuestros deseos, a tal efecto trascribo un párrafo de mi artículo titulado “Nº 93 - Amarás a tu enemigo”:
“Es decir, dentro de lo que implica todo este procedimiento de la Ley de la Atracción; antes de tener la comunicación con el subconsciente (el Espíritu Santo), debemos previamente “superar” los pensamientos negativos, que nos estén afligiendo en ese momento. Y una vez hecho esto, recién deberemos aplicar las herramientas metafísicas, que nos permitirán lograr la comunicación efectiva con el subconsciente.”
Con esto quiero decir que a ese “denominador común” le falta algo más, porque por más que aplique el mismo procedimiento utilizado en esos “éxitos” que tuve, en otros deseos nuevos a concretar, no logré los mismos resultados.
Ahí es que me di cuenta que esa sociedad, entre contrarrestar los pensamientos negativos y los pasos correctos a realizar posteriormente para solicitar nuestros deseos, es primordial; pero aquí me caben unas series de preguntas que todavía no me puedo contestar:
1) ¿Posterior a qué tipo de pensamientos negativos que contrarrestemos con una mentalidad positiva, debemos luego solicitar nuestro deseo?
2) ¿Hay una cantidad mínima de pensamientos negativos (de los 50.000 que dicen los autores que padecemos por día), que debemos vencer antes de solicitar dicho deseo?
3) ¿Cuál es el tiempo trascurrido posterior a la derrota, que le debemos aplicar a ese pensamiento negativo, durante el cual estamos a tiempo todavía de solicitar nuestro deseo? O incluso, como complemento de esta misma pregunta, ¿Durante cuánto tiempo podemos permitir el crecimiento de dicho pensamiento negativo antes de vencerlo, sin que ello nos perjudique en forma irremediable, para la concreción de ese próximo deseo que tenemos intenciones de plantear?
Es decir, hasta ahora yo analizaba cada deseo cumplido desde abajo, desde arriba y de izquierda a derecha; pero me olvidaba de apreciar lo sucedido con anterioridad a su conformación.
En teoría, a cada deseo solicitado correctamente, le preceden esas derrotas que le ocasionamos a nuestro Ego, al anular sus pensamientos negativos.
Sin embargo al no considerar al principio ese dato como una información importante, no quedó registrada en mi memoria: Qué tipo, de qué forma y con cuánta anticipación (previamente a que se me cumplieran esos deseos), tuve “esas victorias” sobre los pensamientos que me invadieron con anterioridad.
Concluyendo: Con la interpretación realizada por mí de estos versículos más arriba transcriptos, sé que anular los pensamientos negativos, es el paso necesario e inmediato anterior a solicitar un deseo Ahora me faltaría encontrar los versículos donde me digan, cómo responder a las tres preguntas planteadas más arriba.
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.
Si deseas saber más sobre la ley de la Atracción y acceder a un directorio con los mejores enlaces de libros y artículos que tratan sobre la Ley de la Atracción y la Física Cuántica, puedes ingresar gratis en http://secretoalexito.jimdo.com/
Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.
Escribir comentario