105) LEY DE LA ATRACCION - Percibiendo la llegada (Parte 1)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en tres partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 1:

 

La semana pasada cumplí exactamente dos años ininterrumpidos, de publicar una vez semanalmente mis artículos, donde vuelco los resultados de la investigación que vengo llevando a cabo sobre la Ley de la Atracción.

 

Y por primera vez, puedo decir que recién ahora empecé a comprender el sentido y objetivo que tiene la ley de la atracción.

 

Hasta ahora consciente o inconscientemente, he ido volcando las distintas herramientas que componen e integran esta “Ley”, sin embargo a causa de lo que me ocurrió esta última semana, comencé a comprender “un poco mejor” cómo es que se deben utilizar esas herramientas.

 

En este artículo les narraré dos deseos que se cumplieron a mí y/o a mi familia en forma consecutiva; uno el sábado 25 y el otro el día domingo 26 de junio de 2011.

 

En realidad lo que comentaré en este post, es parte principal del “cómo” se debe hacer; pero más importante que esto es comprender primero el “por qué”, el cual ya lo expliqué en el artículo titulado “Nº 93 - Amarás a tu enemigo”.

 

Pero antes de hablarles de dichos deseos cumplidos, voy a retrotraerme a una pregunta y comentario que había planteado en el final del artículo titulado “Nº 91 - Valorar el ahora” y que a continuación transcribo:

 

¿Las interpretaciones que hice de dichos versículos, estarán por fin realizadas correctamente?. Mientras lo compruebo seguiré investigando, porque sería necio de mi parte decir que yo tengo toda la verdad. No nací sabiendo, sino que estoy en un proceso de investigación que por medio de la prueba y el error y sacando enseñanzas de las experiencias que voy teniendo, de a poco voy avanzando en mí objetivo.”

 

Pues como verán, según el análisis que realizo en el presente post, esa interpretación por lo menos parcialmente, era equivocada. Veamos esa hipótesis que había planteado en dicho artículo:

 

Concluyendo: Me di cuenta que en todos los casos en que tuve éxito, utilicé conscientemente o inconscientemente dichas herramientas pensando en el ahora.

A tal efecto a continuación les haré según mi punto de vista la interpretación del Evangelio según San Mateo en 18,20, aclarando que iré poniendo mis interpretaciones entre paréntesis, para diferenciarlos del texto bíblico propiamente dicho:

 

20- Pues donde están dos o tres (herramientas metafísicas) reunidos (utilizadas) en mi Nombre (Yo Soy, que representa el ahora), allí estoy yo, en medio de ellos.” (escuchando).”

 

¿Por qué digo que estaba parcialmente equivocado?. Si bien el concepto de pensar en el ahora era correcto, no sucedía lo mismo cuando me refería a las herramientas metafísicas. Veamos por qué:

 

1º) Porque utilizando las mismas herramientas empleadas en los anteriores objetivos cumplidos, no pude repetir los mismos resultados en los nuevos deseos formulados.

 

2º) Porque me volvía recurrentemente a la mente una contradicción que había percibido de ese versículo. A tal efecto vuelo a trascribir sin intercalar mis interpretaciones el Evangelio según San Mateo en 18,19-20:

 

19- “Asimismo yo les digo: si en la tierra dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir alguna cosa, mi Padre Celestial se lo concederá.

20- Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.”

 

Antes que nada aclaro que con la lectura del versículo 19 me pasó igual, llegué a la que creo es la interpretación correcta en dos pasos. En ese caso había planteado una primer hipótesis en el artículo titulado “Nº 73 - El experimento”; luego me di cuenta en el artículo titulado “Nº 90 - ¿Y ahora, qué?” de lo siguiente:

 

Es la manera de decirnos que cuando la mente consciente se comunica (se pone de acuerdo) con la mente subconsciente (el Espíritu Santo), la mente superior (El Padre Celestial) concederá el pedido realizado.”

 

Y ahora me vuelve a suceder lo mismo con el versículo 20, y en esta segunda vuelta de tuerca me volví a preguntar ¿A qué se refiere con, “donde están dos o tres reunidos en mi Nombre”?.

 

Ya había definido que esa expresión no se refiere a personas físicas; también me percaté que no eran las “herramientas metafísicas” por esa contradicción que cité y aquí viene la pregunta reiterativa que me realizo cada vez que veo una contradicción:

 

¿Si Dios es perfecto, por qué ese versículo 20 suena contradictorio?. Porque decir “dos o tres”, es una indefinición que no tiene sentido dentro de la sabiduría de Dios.

 

En todo caso tendría que haber sido “dos” o “tres”; porque no es que uno dijera: Bueno sí el deseo es grande hay que emplear tres herramientas metafísicas y si el deseo es pequeño hay que utilizar (según esa primer hipótesis planteada por mí) sólo dos herramientas metafísicas.

 

Y lo anterior no puede ser así porque no hay deseos pequeños o grandes, todos son exactamente iguales.

 

Para la mente humana nos parecerán que algunos son más importantes que otros, pero para Dios tienen exactamente el mismo valor, ya que ninguno le es más difícil que otro, simplemente son milagros.

 

Entonces ¿a qué se refiere con “dos o tres”?.

 

Cuando estaba leyendo al pasar un fragmento del Apocalipsis, me vino a la mente nuevamente este versículo 20 y ahí me di cuenta de su verdadero significado. Me estoy refiriendo a los versículos 4 y 9 del capítulo 12 del Apocalipsis, los cuales transcribo a continuación (colocando entre paréntesis intercalados, mis interpretaciones):

 

12:4 y su cola (el Ego) arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo (los ángeles rebeldes), y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar (de influir con sus malos pensamientos) a su hijo (al hombre) tan pronto como naciese.

12:9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás (el Ego), el cual engaña al mundo entero (a la mente de los hombres); fue arrojado a la tierra (a la mente consciente), y sus ángeles (malos pensamientos) fueron arrojados con él.

 

Es decir, al leer esos versículos que hablan de 1/3 de ángeles rebeldes y venirme a la mente el citado versículo 20 de San Mateo, me di cuenta por contraposición, que los 2/3 que representan a los ángeles leales, vienen a ser lo mismo que lo que se dice en San Mateo.

 

Así que ahora puedo afirmar, interpretación mediante de mi parte, que el Evangelio según San Mateo en 18,20, dice (intercalando mis interpretaciones entre paréntesis):

 

20- Pues donde están dos o tres (las 2/3 de los pensamientos positivos) reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.”

 

Concluyendo: Los versículos 19 y 20 nos dicen respectivamente, que cuando la mente consciente se ponga en comunicación con la mente subconsciente, vendrán las 2/3 de los ángeles (pensamientos positivos) a ayudarnos para el cumplimiento de nuestros deseos.

 

Ahora, ¿Cómo debemos hacer para ponernos en comunicación con la mente subconsciente (El Espíritu Santo) para que éste nos envíe los ángeles en ayuda?.

 

Para responderme esa pregunta, volví a analizar qué fue lo que hice durante ese día, en que se cumplió en forma inmediata mi deseo en el Estadio de básquet (ver el artículo titulado “Nº 76 - ¡Vamos Peñarol!”).

 

Sabiendo que las herramientas empleadas son sólo la parte formal, con que consciente o inconscientemente pedimos nuestros deseos (por eso la variedad y diversidad de ellas que utilizamos indistintamente, según el deseo y el momento en que lo pidamos), entonces tratando de acordarme, me di cuenta de lo que me había sucedido antes de ir al estadio:

 

Desde el momento en que esa misma tarde, mi esposa me confirmaba que mi hijo quería ir esa noche al estadio, me vinieron a la mente a lo largo de tres horas (como no lo recuerdo con exactitud, pudo ser un poco menos o un poco más de ese tiempo) tres veces el mismo pensamiento negativo.

 

Y esas tres veces tuve que luchar contra el mismo, para superarlo y no dejar que me afligiera.

 

Es decir no fueron tres pensamientos distintos, eran siempre el mismo. Y todo giraba en relación a si iba al estadio con mi auto nuevo o no.

 

Ese pensamiento negativo me decía: No vayas con el auto porque es peligroso dejarlo en la calle, y yo lo anulaba diciéndome, me voy a ir en taxi así no corro riesgos y el pensamiento negativo desapareció.

 

Sin embargo cuando llegué a mi casa estaba lloviendo, así que al saber que no podría conseguir un taxi rápido, porque cuando llueve aumenta considerablemente la demanda de los mismos, tuve que pensar en ir nuevamente en el auto y ahí el mismo pensamiento me atacó de nuevo por segunda vez: Ir con el auto nuevo y dejarlo estacionado en medio de la penumbra es peligroso.

 

Entonces ante ese posible riesgo que corría, decidí dejar para ver el partido en otra ocasión y en ese preciso momento, la presión de ese pensamiento desapareció.

 

Pero mi esposa ya había hablado con anterioridad, sin que yo lo supiera, con una amiga para que yo llevara también a su hijo; así que no había posibilidades de posponerlo, tenía que salir ya y con el auto; obviamente que no hace falta que diga, que el mismo pensamiento me invadió por tercera vez.

 

En este caso no lo hice desaparecer diciéndome que iba en taxi o que no iría, tuve que enfrentarlo directamente, convirtiéndolo sencillamente de un pensamiento negativo a uno positivo; usando su opuesto me dije:

 

Trataré de llegar más temprano y dejarlo en el estacionamiento que se ubica en el perímetro interior del mismo, donde hay más iluminación y movimiento de personas y por otra parte yo mismo me decía que, no iba a ocurrir nada por dejarlo ahí.

 

Es decir, por tercera vez transformé de distintas formas, el mismo pensamiento negativo en su opuesto positivo.

 

Todo esto que cuento ya lo había analizado y llegué a esa conclusión hace cinco semanas atrás. Y por lo que me sucedió este fin de semana pasado, pude verificar que ese denominador común volvía a aparecer en las dos situaciones en donde se cumplían nuevamente mis deseos.

 

Por lo cual concluyo que, parte del procedimiento para el cumplimiento de nuestros deseos, es transformar el mismo pensamiento negativo, que se nos aparece tres veces consecutivas a lo largo de aproximadamente tres horas, en su opuesto positivo.

 

Cuando analice más adelante esos dos casos que estoy citando, aparecerán otros denominadores comunes, para comprender que más acompaña a la transformación de esos tres pensamientos negativos.

 

Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

Si deseas saber más sobre la ley de la Atracción y acceder a un directorio con los mejores enlaces de libros y artículos que tratan sobre la Ley de la Atracción y la Física Cuántica, puedes ingresar gratis en http://secretoalexito.jimdo.com/

 

Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

Escribir comentario

Comentarios: 0