Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en dos partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 2:
En el anterior artículo terminé expresando que debía generar otra hipótesis complementaria.
Sabiendo con seguridad que todo tiene que ver con convertir pensamientos negativos en pensamientos positivos, es que busqué los versículos que pudiesen hablar de ello.
A tal efecto me centré en esta serie de versículos muy semejantes, que a continuación trascribo:
Según el Evangelio de San Mateo en 18,21-22:
21- Entonces Pedro se acercó con esta pregunta: “Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de mi hermano? ¿Hasta siete veces?”
22- Jesús le contestó: “No te digo siete, sino setenta y siete veces.”
Nota aclaratoria: En otras versiones de la Biblia se cita “setenta veces siete”.
Según el Evangelio de San Lucas en 11,24-26:
24- Cuando el espíritu malo sale del hombre, empieza a recorrer lugares áridos buscando un sitio donde descansar. Como no lo encuentra, se dice: Volveré a mi casa, de donde tuve que salir.
25- Al llegar la encuentra bien barrida y todo en orden.
26- Se va, entonces, y regresa con otros siete espíritus peores que él; entran y se quedan allí. De tal modo que la nueva condición de la persona es peor que la primera.”
Según el Evangelio de San Lucas en 17,4:
4- Si te ofende siete veces al día y otras tantas vuelve arrepentido y te dice: “Lo siento”, perdónalo.”
En los versículos del Evangelio según San Mateo, al principio busqué una relación con la profecía de las setenta semanas de Daniel (70 x 7 = 490, la cantidad de años con que Daniel anticipó el nacimiento del Mesías). Sin embargo este análisis era muy racional y hasta literal.
Para resumir todo el proceso analítico que estuve realizando de estos versículos, simplificaré diciendo que:
Llegué a la conclusión de que hay que fijarse en el significado que representan dichos números y no las cuentas matemáticas que podamos hacer con sus distintas combinaciones.
Sabiendo que en la Biblia se utiliza al número 70, como aquel que representa al castigo que Dios le da al pueblo judío en distintos períodos, por “alejarse de la Ley” (a veces son setenta semanas y en otras, setenta años). Y que con el número 7 se representa “lo perfecto”, es que le di la siguiente interpretación a ese fragmento de Mateo:
Al estar precediendo el número 70 al número 7, se nos está diciendo con ello que previamente a llegar a la perfección (la comunicación con el Espíritu Santo) pasaremos por un período de castigo o sufrimiento.
Después analizando los versículos 24 y 25 del capítulo 11, según el Evangelio de San Lucas, llegué a la conclusión que se nos está diciendo que:
La primer parte del proceso es limpiar nuestra mente de los pensamientos limitantes, arraigados desde nuestra juventud.
Mientras que con el versículo 26 del mismo capítulo, como el versículo 4 también de Mateo, pero del capítulo 17, me trasmitió un indicio que lo relacioné con lo que explicaré más adelante, sobre un programa televisivo.
Es decir, hasta aquí busqué generar esa hipótesis complementaria, sin embargo encontré versículos (luego de interpretarlos) que sólo me decían lo que ya sabía.
La pista que me permitiría poder generar esa “hipótesis”, aparecería el 21 de julio de 2011, cuando luego de levantarme a las 15 hs. de dormir la siesta, me dirigí a la cocina a tomar agua y me encontré con la TV prendida (mi hijo la había dejado así cuando se había ido a jugar a su cuarto).
¡Oh casualidad! estaban dando un documental del Cristianismo, sobre la vida de María Magdalena, en donde trataban básicamente dos cuestiones: La historia errónea que se creó llamándola a la misma “María Magdalena, la prostituta”. Y el otro tema trataba sobre el llamado “Evangelio apócrifo de María Magdalena”.
Nota aclaratoria: Se denominan evangelios apócrifos, a aquellos que siendo contemporáneos de los primeros siglos del cristianismo, no fueron incluidos dentro de los textos que forman la Biblia. (Independientemente que cada uno pueda considerar como verídico o no, lo que se escribió en cada uno de estos Evangelios apócrifos).
Pero el detalle a destacar en esto es esa “coincidencia”: Me levanté y encontré la tele prendida justo con este documental. Algo me quería trasmitir (me decía).
Esa misma tarde busqué en Google sobre dicho Evangelio de María Magdalena y encontré lo siguiente, que limitaré sólo a tres versículos:
Fuente consultada: http://escrituras.tripod.com/Textos/EvMagdalena.htm:
La ascensión del alma
15 [...] a él, y la Concupiscencia dijo: «No te he visto bajar y ahora te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces?». El alma respondió diciendo: «Yo te he visto, pero tú no me has visto ni me has reconocido. Por la vestimenta, que era tuya, y no me reconociste». Una vez dicho esto, (el alma) se apartó con gran alegría y seguidamente cayó en manos de la tercera potestad, la llamada Ignorancia. Esta interrogó al alma diciendo: «¿A dónde vas? En maldad estás atenazada; puesto que estás dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por qué me juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo he sido dominada, pero no he dominado. No he sido reconocida, pero he sabido que el universo está siendo disuelto, tanto en las cosas terrenales 16 como en las cosas celestiales».
Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad, continuó ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de siete formas. La primera forma es la tiniebla; la segunda, la concupiscencia; la tercera, la ignorancia; la cuarta, la envidia de muerte; la quinta, el reino de la carne; la sexta, la loca inteligencia de la carne; la séptima, la sabiduría irascible. Estas son las siete potestades de la ira, las cuales preguntan al alma: «¿De dónde vienes, homicida? ¿A dónde vas, dueña del espacio?». El alma respondió diciendo: «Lo que me ata ha sido matado y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado y mi ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada 17 desde un mundo, y a una imagen desde una imagen celestial. La ligadura del olvido dura un instante. En adelante alcanzaré el reposo del tiempo (kairós), del tiempo (chrónos), (el reposo) de la eternidad, en silencio».
Como dije me limité sólo a estos dos párrafos, porque en ellos encontré una coincidencia sobre algo que escribí meses atrás a un lector. Pero antes de hablar sobre ese mail, debo decir que estos versículos (en mi opinión) son semejantes a la parábola del sembrador (Ver el artículo titulado: Nº 50-“Entenderla y no comprenderla”), en donde se clasifica las 4 etapas por las cuales pasa el hombre.
Cuando leí estos versículos me llamó poderosamente la atención este fragmento:
“Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad, continuó ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de siete formas.” (En el texto original lo resalté con color rojo)
Es decir, si aquí está hablando de las cuatro etapas, esta última está constituida por “siete formas”
Ahora vean que similitud con lo que escribí en ese mail hace más de nueve meses, exactamente el 14 de octubre de 2010 (el día siguiente al del rescate de los mineros chilenos):
“Cuando ayer como todo el mundo, terminé de ver el rescate de los mineros me fui a dormir y al acostarme, interpreté que el mismo era un mensaje que Dios nos envió, como lo hizo 2000 años atrás con la Biblia; y veamos todas las coincidencias que se presentan de acuerdo a la interpretación que yo hago de la ley de la atracción y la Biblia:
1º Coincidencia: Eran 33 mineros, esto nos está representando que ahí abajo adentro de cada minero, estaba Cristo con el poder de conseguir todo.
2º Coincidencia: El jefe de los mineros dividió la zona de la mina en 3 sectores (para hacer las necesidades, para comer y para dormir) y también fueron 3 los rescatistas que bajaron para preparar su salida. Es decir, aquí se nos está diciendo las tres etapas negativas por las que el hombre debe pasar, para llegar a la cuarta etapa que es donde hace funcionar la ley de la atracción (la parábola del sembrador).
3º Coincidencia: Los mineros para salir a la libertad deben cruzar 700 metros, que constituye la cuarta etapa y que se relaciona con la hipótesis que le escribí días antes, de los siete pasos que el hombre debería realizar dentro de dicha cuarta etapa (repito es sólo una hipótesis). Y respecto a esto habría una concordancia con los siete chacras y con el recorrido que hace la serpiente Kundalini por dichos puntos; y según he leído las 7 cartas de Asia de la Biblia representan a estos chacras. Con esto quiero decir que respecto a estos ¿7 pasos? no pretendo al comentárselo llegar a ninguna conclusión, sino simplemente que puesta esta información en sus manos, tal vez obtenga un resultado que yo todavía no puedo ver. Saludos, Walter.”
Y hoy también encontré una coincidencia que antes no había visto: Los mineros permanecieron 70 días enterrados (recuerden lo que expliqué más arriba sobre el significado de este número).
Ahora pueden ver la similitud que hay entre los dos renglones que escribí (marcados en color rojo) , con los que marqué en el Evangelio de María Magdalena.
Esto último me hizo ver además que en dichos versículos dice lo siguiente (también lo marqué en color rojo):
“Estas son las siete potestades de la ira”
Y lo anterior me hizo acordar que mi esposa ese día (en que se cumplió su deseo de ganarse el cachorro) antes de convertir esa serie igual de tres pensamientos negativos, en sus opuestos positivos, también tuvo antes de ellos, un pensamiento de ira (no se acuerda, pero supongo que también lo convirtió en positivo).
Al ver esto último me di cuenta de algo más: Antes de cumplirse el deseo de transformar tres pensamientos negativos que son de “miedo”, que son los pensamientos que más nos paralizan en nuestra acción”; previo a esto surge ese pensamiento de “ira” que nos enceguece en nuestra acción.
Por lo tanto puedo decir que esa hipótesis complementaria que estaba buscando, es que:
Anterior a la conversión de esos tres pensamientos de miedo hay que hacer lo mismo con un pensamiento de ira.
Pero para poder verificar esta última hipótesis, debo analizar con mayor cercanía el próximo deseo que se me cumpla; para poder recordar con mayor detalle, que pensamientos pasaron por mi mente y cómo me comporté ante ellos.
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.
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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.
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