118) LEY DE LA ATRACCION - El jardín del Edén (Parte 2)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en dos partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 2:

 

En el anterior artículo escribí este párrafo:

 

De estos versículos sacamos en limpio, que en el Edén se encontraban dos árboles importantes y un río que se dividía en cuatro brazos.”

 

Es decir, de los dos elementos importantes que la Biblia cita como componentes del Jardín del Edén, ya expliqué a qué se refiere con el río y sus cuatro brazos. Mientras que ahora, trataré sobre los dos árboles más importantes que este contenía (Génesis en 2,9):

 

9-.......“El árbol de la Vida estaba en el jardín, como también el árbol de la Ciencia del bien y del mal.”

 

¿A qué se refiere Dios con estos dos árboles?:

 

  1. El árbol de la Vida

  2. El árbol de la Ciencia del bien y del mal.

 

Parte de la respuesta la encontré navegando por Internet. Con esto quiero decir que ya otros sabían esta respuesta y que respecto a ello no hice ningún descubrimiento que no se supiera con anterioridad; sin embargo, sí profundicé dicha investigación.

 

En Internet encontré que Dios al referirse a dichos árboles, está haciendo mención del hemisferio izquierdo y del hemisferio derecho de nuestro cerebro.

 

Ahora vean lo que descubrí investigando bibliografía médica:

 

Fuente consultada: http://es.wikipedia.org/wiki/Hemisferio_cerebral

 

Hemisferio izquierdo: Muchas de las actividades atribuidas al consciente le son propias.”

 

Hemisferio derecho: Muchas de las actividades atribuidas al inconsciente le son propias.”

 

Simplificando podríamos decir que la mente consciente maneja el hemisferio izquierdo, mientras que la mente subconsciente se encarga del hemisferio derecho.

 

Ahora volvamos a la Biblia, para ver que más dice respecto a estos dos árboles del Jardín del Edén. A tal efecto cito lo dicho en el Génesis en (2,16-17):

 

16- Y Yavé Dios le dio al hombre un mandamiento; le dijo: “Puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín,

17- pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.”

 

Y también cito lo dicho en el Génesis en (3,22-24):

 

22- Entonces Yavé Dios dijo: “Ahora el hombre es como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. Que no vaya también a echar mano al Árbol de la Vida, porque al comer de él viviría para siempre.”

23- Y así fue como Dios lo expulsó del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la que había sido formado.

24- Habiendo expulsado al hombre, puso querubines al oriente del jardín del Edén, y también un remolino que disparaba rayos para guardar el camino hacia el Árbol de la

Vida.

 

Ahora analicemos estos versículos tratando de interpretar sus significados:

 

Dios nos dice que al principio el hombre podía comer de todos los árboles (incluido el árbol de la Vida), pero no así del árbol de la Ciencia del bien y del mal.

 

Por el contrario, cuando éste comió del árbol prohibido, se le quitó la posibilidad de seguir comiendo del árbol de la Vida y de tener por consiguiente la inmortalidad.

 

¿Qué interpreto yo de esto?

 

Cuando el hombre estaba en el Paraíso, tenía conocimiento total sobre cómo usar la mente subconsciente, de la cual como he explicado en otros artículos, proviene el cumplimiento de todas nuestras metas con sólo desearlo.

 

Sin embargo, cuando comió del árbol prohibido, Dios le dio al hombre una mente racional (mente consciente) y le quitó el manejo de su mente inconsciente.

 

Es decir, el hombre “olvido” cómo usar (comer) de la mente subconsciente. Por ello todos los autores tratan de encontrar “métodos”, de cómo sugestionar y engañar a la mente subconsciente, para que esta escuche nuestros pedidos, que se trasmiten por el sentimiento que contienen nuestras palabras y no sólo por la simple repetición de las mismas.

 

Y volviendo a los hemisferios del cerebro, vemos la íntima relación con lo dicho en la Biblia y su respectiva interpretación.

 

El hemisferio derecho sería el asiento de la mente subconsciente y que contiene todo el potencial que los científicos dicen que el hombre posee y que éste no es capaz todavía de utilizar.

 

Ya he dicho en anteriores artículos, que el procedimiento para ello según dice la Biblia luego de su interpretación, es ir cambiando los pensamientos negativos por sus opuestos positivos, en una secuencia que sólo la he logrado determinar en forma parcial, al tratar de encontrar un denominador común en los casos que he estudiado, de mis propios deseos cumplidos.

 

Y para finalizar, como otra prueba de que el Jardín del Edén se ubica dentro de nuestra cabeza, interpretaré parte del versículo 24 citado más arriba:

 

Cuando la Biblia dice que Dios puso querubines (ángeles que cumplen siempre la función de guardianes del Templo Sagrado, ubicándose en todos los casos con sus alas extendidas) al oriente del jardín del Edén, para guardar el camino hacia el Árbol de la Vida, se está refiriendo al mismo tiempo a “las cejas” de nuestra frente.

 

Las cejas representan las alas extendidas de los querubines, que protegen en este caso “el camino” al Árbol de la Vida. Recuerden que detrás del entrecejo se ubica la glándula pituitaria, que se constituye en la “puerta de entrada” (ver el artículo titulado “Nº 85 - El tercer ojo”).

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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