125) LEY DE LA ATRACCION - ¡Qué dolor de cabeza!

Tratar de descifrar el funcionamiento de la ley de la atracción es realmente un dolor de cabeza y hoy más que nunca, porque literalmente estoy escribiendo este artículo con un dolor tipo fondo de ojos, que me es insoportable.

 

¿De qué voy a hablar en esta ocasión?. Siempre traigo a colación experiencias que voy teniendo y los análisis de ellas, para ver que pensamientos previos motivaron dichas circunstancias y ver de ese estudio, que lectura o enseñanza puedo sacar en limpio.

 

Y en este caso me sucedió el sábado pasado (12/11/11) en la carnicería donde ya les había relatado sobre la carne picada, en otro artículo anterior titulado “Nº 106 - Percibiendo la llegada - Parte 2”. 

 

En este caso no fue lo que compré o que no pude comprar, sino la suma final que dio la cuenta que hizo el carnicero sobre lo que me llevé.

 

La cuenta de la que les hablo fue de $ 88,80. Si miramos con atención veremos que ese número está formado por una trilogía de 8.

 

Al suceder ello inmediatamente me di cuenta que era un mensaje (recuerden lo que había aprendido, que los números presentados por triplicado representan mensajes de los ángeles).

 

Fuente consultada:

http://foro.univision.com/t5/La-Sala-M%C3%ADstica/El-Mensage-Divino-en-los-Numeros-111-222-333/td-p/158446474

 

De dicha página transcribo en esta ocasión lo que representa el 888:

 

“Una fase de tu vida está a punto de terminar, y esta es una señal para darte tiempo de prepararte con antelación. Esta secuencia numérica puede significar que estás concluyendo una fase emocional, profesional o una relación. También significa que hay luz al final del túnel. Adicionalmente significa “La cosecha está madura. No esperes para recogerla y disfrutarla.” En otras palabras, no retardes tus acciones o el disfrute de tu trabajo.

COMO ES ARRIBA ES ABAJO Y ADENTRO. Esta configuración te da el portal infinito que te acompaña a pasar todas las limitaciones permeables anteriores. Es un número para ir más allá de lo que sabes que está en los límites normales. Te pide que vueles a la luna y te detengas en la Vía Láctea a tu regreso. Es pura energía atómica espiritual, un poder puro de la Fuente. Es éxito, prosperidad y grandes negocios con el valor agregado de las bendiciones universales. Es recordar finalmente tu herencia divina prometida por el Creador Divino. Es voltear tu nariz a las limitaciones terrestres y caminar adelante y arriba, hacia un lugar de opulencia y dones.

Simboliza el infinito. La espiral unificada de la integración de lo físico con lo espiritual. Moverse hacia la culminación del proceso de ascensión a través de las energías del 222 y del 444.

Se ha alcanzado un punto donde la divina integración puede ser lograda.”

 

Ahora bien, si este mensaje estuviera en lo cierto (las coincidencias no existen), fue como consecuencia de algo que pensé con antelación. En ese caso ¿qué fue sobre lo que pensé positivamente en los días anteriores?.

 

Recordando no tuve que remontarme demasiado, el día anterior (11/11/11) había ido a la compañía de seguro a reclamar una baja de póliza, que todavía no me había sido efectivizada y que como consecuencia de ello, me seguían debitando dicho importe de la tarjeta de crédito.

 

Esta historia no es nueva, es la continuación de la que les relaté en el artículo titulado “Nº 116 - Pensando en seguro”. Es decir, era ya la tercera vez que iba a la compañía por este tema, y como en las otras ocasiones, pedí hablar con el gerente o en su defecto con el supervisor general (si los marineros no te solucionan el problema, hay que ver al Capitán).

 

Sin embargo como pasó las veces anteriores, ni el supervisor ni el gerente estaban, ya que periódicamente viajan a otras ciudades aledañas para ver a otros clientes. El encargado de informes, me daba la posibilidad de hablar con la chica que me había atendido antes (la que me decía que todo estaba solucionado y no era así), o debía venir el lunes después de las 9 hs, que seguramente uno de ellos dos estaría presente.

 

En ese momento le contesté al hombre de informes que volvería el lunes; ya que no tenía intenciones de volver a hablar con la misma empleada (no quería tropezar con la misma piedra nuevamente).

 

En el instante en que me retiraba, comenzó a formarse en mi mente una idea de lo que me estaba sucediendo; con esto no quiero decir (porque ya lo he dicho antes), de que tenemos que evitar que nos invadan pensamientos negativos o de odio ante las circunstancias que tenemos que enfrentar y que debemos en esos casos, oponerles los pensamientos positivos; sino me estoy refiriendo más allá de ese mismo accionar.

 

Lo que quiero decir, es que en ese momento me di cuenta (es como subir de nivel en la comprensión que estamos realizando) que, el no dejar que esos pensamientos negativos nos abatan, es realmente el concepto “puro” de lo que debemos entender que significa “el actuar con paciencia”.

 

Con este razonamiento, es como darle una vuelta de tuerca sobre el mismo concepto del que ya hablé en el artículo titulado “Nº 77 - Tener paciencia”.

 

La Biblia nos dice que debemos ser pacientes, y aquí comprendí con mayor claridad dicho mensaje. En el artículo que hablo sobre la paciencia, transcribí varios versículos que les aconsejo volver a leer; en este caso sólo transcribiré el primero que cité en dicha ocasión:

 

 Según el Evangelio dice en Romanos 5,3-5:

 

3- Incluso no nos acobardamos en las tribulaciones, sabiendo que la prueba ejercita la paciencia,

 

Es decir tener paciencia, no sólo es creer en que Dios cumplirá nuestros deseos en el momento oportuno, es parte de la misma acción con que ejecutamos el procedimiento, para cambiar esos pensamientos negativos por los positivos.

 

El tener paciencia nos da la comprensión de lo que nos está sucediendo en ese momento, donde el Ego nos está atacando con situaciones que nos producirán malos pensamientos; y ante ese reconocimiento de lo que está sucediendo, la paciencia nos da esa herramienta para “calmar” nuestra mente y poder visualizar inmediatamente esos “pensamientos negativos” y oponerles sus contrarios positivos.

 

Entonces cuando ese viernes estuve en la compañía de seguros, comprendí que antes de enfrentar a los pensamientos negativos, debemos aplicar la paciencia (sepan diferenciar la misma de la resignación).

 

Y al lunes siguiente como me habían dicho, volví y hablé con el supervisor, quien entró en la computadora y tocando aquí y allá, me dijo que ya había dado definitivamente de baja dicha póliza y que en el próximo resumen de la tarjeta, tendría un crédito a mi favor por lo cobrado de más.

 

Si esta historia de la póliza efectivamente terminó, el próximo mes lo sabré. Sin embargo ya he aprendido que eso no tiene importancia, siempre de alguna manera los problemas nuevos o viejos volverán a nosotros, para hacer que nazcan los pensamientos negativos.

 

Lo realmente importante es que, en la medida en que apliquemos la paciencia, podremos combatir a dichos pensamientos malignos y obtener “nuestra paga”, al saber hacer la “obra” que nos pide Cristo (llamar a los pensamientos positivos).

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

Si deseas saber más sobre la ley de la Atracción y acceder a un directorio con los mejores enlaces de libros y artículos que tratan sobre la Ley de la Atracción y la Física Cuántica, puedes ingresar gratis en http://secretoalexito.jimdo.com/

 

Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.