129) LEY DE LA ATRACCION - Los mil años y el abismo

En el anterior artículo demostré que, en el versículo donde expresaba que Dios había descansado al séptimo día, en realidad no hablaba de Él, sino de nosotros mismos y que en definitiva no se refería a siete días y mucho menos de que cada año representan 1000 años, como siempre se nos enseño de chicos, sino que se habla de un día en la vida de cada uno de nosotros.

 

Pero independientemente de ello, busqué en Google para ver si otros autores afirmaban lo mismo que yo; sin embargo encontré lo contrario, quienes queriendo justificar que cada día representaba mil años, se ponían a dar ejemplos de la Biblia donde se hablaba de períodos de esa duración.

 

Así fue que en una de esas páginas, se citaba los mil años que se indicaban en el Apocalipsis. Ello me llevo a leer esos versículos; pero antes de decirles cuál fue mi interpretación, primero les voy transcribir a continuación dichos versículos, que forman parte del Apocalipsis en 20,1-10:

 

Los mil años

 

1- Vi después a un ángel que bajaba del cielo llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme.

2- Sujetó al dracón, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por mil años.

3- Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo.

4- También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente o en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías.

5-Esta es la primera resurrección. El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años.

6-¡Feliz y santo es el que participa en la primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años.

7-Y cuando se terminen los mil años, Satanás será soltado de su prisión,

8-saldrá a engañar a Gog y Magog, es decir, a las naciones de los cuatro extremos de la tierra, una multitud tan numerosa como las arenas del mar.

9-Invadieron el país entero y cercaron el campamento de los santos, la Ciudad muy amada, pero bajó fuego del cielo y los devoró.

10-Entonces el diablo, el seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya se encontraban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

 

Si bien hace tiempo que vengo diciendo que la Biblia es una biografía de cada uno de nosotros, donde se relata lo que pasa en nuestra mente “diariamente”; ese concepto yo mismo no lo tenía asimilado totalmente y cuando leía la Biblia cada vez que la tomaba en mis manos, siempre la primer lectura que tenía protagonismo era la literal; sin embargo a estas alturas, cada vez que leo en la Biblia sobre personas y períodos de tiempo, sé que en general por medio de simbolismos, se está refiriendo a partes de nuestra mente o cuerpo y que los plazos jamás pasan de la duración de “un día” (salvo cuando con el número cuarenta se refiere simbólicamente a nuestros 40 años que transitamos, hasta obtener nuestra purificación espiritual).

 

Este concepto de leer todo en referencia a un día, hay que asimilarlo muy bien, porque es la base de todo, para saber ir interpretando todos los versículos de la Biblia:

 

Lo importante es vivir el “AHORA”, y ese ahora es siempre “HOY”, un “ahora” de sólo 24 horas.

 

Entonces como decía, al yo leer estos versículos que transcribí más arriba, lo hice pensando en el “ahora”; por lo tanto cuando leí específicamente la parte que hablaba de “mil años”, sabía en mi interior que no representaba más que un día de duración.

 

Ahora no sólo les voy a dar el resultado al que arribé, sino también cómo fue el proceso y razonamiento que apliqué para llegar al mismo.

 

Estando ya seguro que 1000 era una variable corta de tiempo, el primer instinto que me surgió, fue el de dividir dicho número por 60, suponiendo que ese plazo era de minutos y por lo tanto me daría la cantidad de horas de que hablaba.

 

Al hacer esto último 1000 % 60, me dio como resultado = 16,666. Este número se acercaba mucho a las 16 horas que permanecemos despiertos, contra las 8 horas que los médicos recomiendan que debemos dormir diariamente, para mantener el cuerpo correctamente descansado.

 

Cuando vi este resultado, inicialmente me dije: La Biblia siempre usa números enteros, de los cuales hay varios que por sí mismo representan o tienen un simbolismo propio; con esto quiero decir que ese número que obtuve al principio, no tenía nada de especial.

 

Sin embargo la Biblia también usa números no enteros, por medio de fracciones, donde básicamente dos se constituyen en las más utilizadas (si no es que son las únicas). Me estoy refiriendo a las siguientes fracciones:

 

1/3 y 2/3

 

Recuerden que 1/3 son los ángeles caídos (también llamados los demonios), que no son otra cosa que los pensamientos negativos; mientras que los 2/3 representan a los ángeles leales, que se constituyen en los pensamientos positivos.

 

En definitiva, cuando me di cuenta que las 16 hs y 8 hs representan cada fracción de tiempo del día, en respectivamente 2/3 y 1/3, se me dio por aplicar esas fracciones a los mil años de que hablan dichos versículos y ahí salió el resultado:

 

1000 x 2/3 = 666,666

1000 x 1/3 = 333,333

 

Y esto resultaba para mí, la siguiente interpretación:

 

666,666 representa el dominio o campo de acción que tiene Satanás (los pensamientos negativos por medio de nuestra mente consciente) durante las 2/3 partes del día, es decir sobre esas 16 horas que permanecemos despiertos y manejados por nuestra mente racional. Mientras que;

 

333,333 representa el dominio o campo de acción que tiene la Trinidad (los pensamientos positivos por medio de nuestra mente subconsciente) durante las 1/3 parte del día, es decir sobre esas 8 horas que permanecemos dormidos y manejados por nuestra mente subconsciente.

 

Es decir sobre la mayor fracción de tiempo, Satanás usa el menor poder (1/3 de ángeles caídos) y por el contrario durante la menor fracción de tiempo, Dios por medio de la Trinidad, usa el mayor poder (2/3 de ángeles leales).

 

Ahí me di cuenta de lo que nos están diciendo estos versículos:

 

1) Nosotros representamos al “abismo” a donde fue encadenado Satanás.

 

2) Los “mil años” ya lo expliqué, es un día de vida de cada uno de nosotros.

 

3) Cuando dice que, pasado mil años Satanás será soltado por poco tiempo, se está refiriendo a que al cabo de todos los días, Satanás podrá ejercer su influencia por 16 horas (las que permanecemos despiertos).

 

4) “Esta es la primera resurrección” citado en el versículo 5 (ya lo he dicho en otros artículos), es cuando Cristo vuelve de la muerte, cada vez que nosotros convertimos un pensamiento negativo en su opuesto y Él viene acompañando a los pensamientos positivos.

 

5) Al decir que Satanás saldrá a engañar a “Gog y Magog”, nos está hablando de la acción sobre la mente consciente (Gog) durante las 16 horas (Magog); ya que en lengua hebrea Gog significa el Jefe (es decir nuestra mente consciente es el jefe de nuestra razón, la que es engañada por Satanás); mientras que en esa misma lengua, Magog quiere decir “la tierra de Gog” (Ma es un prefijo posesivo de la tierra).

 

Fuente consultada: http://es.wikipedia.org/wiki/Magog.

 

Donde este tiempo de 16 horas, pasa a ser la tierra (en este caso el tiempo) del que dispone la mente consciente para actuar.

 

6) Respecto a ese mismo versículo 8, dice que Satanás saldrá a engañar con “una multitud tan numerosa como las arenas del mar”; en este caso hace referencia a los pensamientos negativos.

 

7) Luego, en el versículo 9 al decir: “Invadieron el país entero”, se refiere a que los pensamientos negativos invadieron toda nuestra mente.

 

8) Mientras que en el versículo 10 cita: “el seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre”; si bien yo ya vengo pensando lo mismo por esta misma expresión en otros pasajes de la Biblia, ésta es la primera vez que lo digo: Según mi opinión el lago de fuego y azufre es nuestro estómago.

 

9) Y respetando la cronología de cómo fui interpretando los distintos versículos de este pasaje, a continuación daré mi parecer sobre el número 1 y 2 que los interpreté a lo último:

 

La cadena que utiliza el ángel para encadenar a Satanás al abismo por mil años, no es otra cosa que el simbolismo para referirse al “cordón de plata”.

 

Para explicar lo anterior, debo decir que en estos dos últimos meses estuve investigando sobre los “viajes astrales”, lo que me brindó el conocimiento necesario para realizar esta última interpretación.

 

Para que entiendan esto, daré una muy breve explicación para entrarlos en tema, pero lo aconsejable es que se interioricen mirando directamente páginas que traten esta cuestión.

 

Nuestro cuerpo es una combinación de un cuerpo carnal y un cuerpo astral. Estos dos cuerpos se separan naturalmente cuando nos dormimos.

 

Si nos damos cuenta cuando ya nos dormimos, es el llamado sueño lúcido, mientras que si seguimos el proceso desde el momento que empezamos a dormirnos, se llama viaje astral, porque percibimos la separación de nuestros dos cuerpos desde el momento en que se inicia.

 

Según los autores, cuando se domina está técnica, uno puede viajar en tiempo real con nuestro cuerpo astral a cualquier parte del mundo; incluso viajar al pasado o al futuro.

 

Si bien estos cuerpos, carnal y no-físico se separan, se mantienen unidos por un cordón de plata (llamado así por su color).

 

Según cada autor, este cordón une a ambos cuerpos por la coronilla (la cabeza), otros dicen que por el pecho y otros afirman que el que se vea de una forma u otra depende de cada persona, según donde sienta que este se encuentre.

 

Resumiendo todo lo esbozado en este artículo, este pasaje del Apocalipsis dice lo que ya sabíamos con anterioridad (ya lo expresé en otros artículos):

 

Por culpa de Adán que comió del árbol del conocimiento, Dios nos condenó a vivir en una irrealidad (la Tierra), recreada como si fuera algo palpable y sólido por medio de nuestra mente y nos encerró (encadenó) con Satanás (El Ego), que nos envía continuamente los pensamientos negativos.

 

Siendo nuestra misión en la Tierra redimir ese error de Adán, convirtiendo los pensamientos negativos en positivos, a través de todo un procedimiento que por medio de simbolismos y parábolas está explicado en la Biblia.

 

Ahora fuera de todo ello, lo que saco como novedad son los siguientes dos punteos:

 

1º) El Ego sólo nos manda pensamientos negativos durante el día, con lo que concluyo que las sensaciones de miedo que sufrimos de noche, principalmente en las pesadillas, no contienen pensamientos negativos, sino sólo el reflejo de la sensación que queda grabada en la mente consciente, ante la asociación de ver algo que durante el día nos causa temor. Ejemplo:

 

Supongamos que durante el día vemos que un león, que se escapó de un circo, viene corriendo hacia nosotros; esto traerá como consecuencia, que pensemos que vamos a morir ante sus garras (pensamiento negativo) y a continuación sentiremos temor.

 

Mientras que si esto mismo ocurre en un sueño, no estaríamos bajo el dominio de ese mismo pensamiento negativo, sino sólo bajo la sensación de temor que nuestra mente consciente guarda en nuestra memoria.

 

No recuerdo ni he tenido todavía la oportunidad de investigar en mis propios sueños, si ante situaciones de temor, aparecen previamente cuando estoy dormido, pensamientos negativos que precedan a esos sentimientos de miedo.

 

Según la interpretación que hice de estos versículos, no deberíamos tener pensamientos negativos durante los sueños, aunque sí los sentimientos de miedo; pero por ahora es una hipótesis que como dije, todavía no verifiqué.

 

2º) Y el otro punto (aunque nuestra mente racional diga que es ridículo), es que los pensamientos negativos, después de ser cambiados por sus respectivos opuestos positivos (perdonar a nuestro enemigo o amarlo como a nosotros mismos), son enviados por Dios para su sufrimiento eterno, al estómago.

 

Esto no solo a ustedes, sino a mí también me resulta no comprensible, porque ¿cómo puede algo etéreo, como un pensamiento negativo, terminar en el estómago?. Aunque si está compuesto de energía, algo de materia tiene, después de todo Albert Einstein demostró que E = m·c².

 

Es decir, al interpretar este pasaje de la Biblia obtuve muchas respuestas, pero también nuevos interrogantes para seguir investigando.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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