Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en diez partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 7:
Les confieso que este artículo se me hace interminable, por una u otra razón, cada vez que profundizo el tema que investigo en este post, me surge nueva información.
Al dejar expresado al final del anterior artículo dicha teoría, se me abrió inmediatamente otro “frente de batalla”, por lo cual hizo que por un momento me desviará del tema que estaba tratando y me pusiera a analizar otros versículos del Apocalipsis, pero que tienen ya verán, íntima relación con lo que vengo interpretando.
Para que entiendan lo que quiero decir, les transcribo a continuación la teoría a que hago referencia, para después hacerles notar algo:
“Por lo tanto los hombres somos los portadores del mal (Satanás y el 1/3 de los ángeles caídos) y las mujeres son portadoras del bien (los 2/3 de los ángeles leales).”
Al mismo tiempo que escribía que las mujeres eran portadoras del bien, me acordé inmediatamente del versículo 2, del capítulo 22 del Apocalipsis:
2- En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones.
NOTA AL MARGEN: En el artículo que cito a continuación, escribí que los árboles a uno y otro lado del río de la vida, son el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho; pero ello es un error, los árboles de la vida son solamente la mente subconsciente de cada hombre, que está constituida por el hemisferio derecho.
Les recuerdo que en el artículo titulado “Nº 123-El río de la vida”, había hecho ya la interpretación de cinco versículos, en donde dije:
“En la Biblia se denomina “el río de agua de la vida”, al líquido cefalorraquídeo que circula por la médula espinal”
Y por otro lado también expresé:
“Y cuando en ese mismo versículo 2 dice: “dan fruto doce veces, una vez cada mes,”, se refiere a los óvulos de la mujer.”
“Respecto a qué llama como “hojas”, por ahora no puedo dar una interpretación firme, pero podrían ser tal vez las neuronas.”
Volviendo nuevamente a este artículo, cuando me dije que “las mujeres eran portadoras del bien”, automáticamente me di cuenta del significado de:
“y sus hojas sirven de medicina para las naciones”. Esta parte final del versículo 2 antes citado, hace referencia justamente a los pensamientos positivos.
Recuerden también que en ese artículo formulé:
“Y para terminar con este versículo, “naciones” se hace llamar a todos los seres humanos.”
Es decir, a causa de la teoría que esbocé, pude descifrar el significado de “hojas”.
Y a partir de ahí todo el versículo toma vida en su plenitud:
El óvulo de la mujer (portador del bien), es el fruto que dan los árboles de la vida (la mente subconsciente), “doce veces, una vez cada mes” y “sus hojas (pensamientos positivos) sirven de medicina para las naciones” (las mentes de los hombres).
Ahora que lo traduje es obvio, sin embargo en su momento no me di cuenta de lo que habla continuamente la Biblia, que son las relaciones y luchas entre los cuatro elementos siguientes:
1) La mente consciente
2) La mente subconsciente
3) Los pensamientos negativos
4) Los pensamientos positivos
Si uno toma a estas premisas como fundamentales; cuando yo interpreté en su momento todo el versículo 2, no me tendría que haber quedado pendiente el significado de “hojas”; ya que con esas premisas es una consecuencia automática decir:
Sí la enfermedad en la mente consciente de los hombres son los pensamientos negativos, entonces la medicina para su cura, son los pensamientos positivos.
Es decir, con esto pude terminar de interpretar un versículo que me había quedado inconcluso; pero lo que no dije en ese momento y que es un elemento muy importante para saber es:
¿Cómo me di cuenta que el óvulo representa al fruto del árbol de la vida?
Para responderles ello transcribiré parte de una mail que le mandé a Ernesto (un escritor-investigador avanzado) con fecha 26 de noviembre de 2010, donde doy cuenta justamente de ello:
“A lo que me refiero es que en primera instancia hace unos meses atrás tomé la Biblia y leí la parte del Apocalipsis donde habla de los árboles que hay al costado del río de agua de la vida y del fruto que estos dan. Tratando de descifrar qué significaba, siempre me quedaba con ese interrogante en la mente (a lo largo de distintos días hacía lo mismo, volvía a tomar ese fragmento y lo releía).
Y como dije al principio, una semanas atrás mi señora me comentó ese día que se sentía mal porque estaba indispuesta; y esa noche cuando me fui a dormir, como a los dos de la mañana me desperté y me vino a la mente lo que mi esposa me había dicho (la menstruación), e inmediatamente sin que hubiese sido mi intención relacionar, también me vino a la mente el fragmento del Apocalipsis que cité más arriba; entonces ahí comprendí que los árboles que dan fruto cada doce veces, son los ovarios da las mujeres y los frutos los óvulos. Lo que todavía ignoro, es a qué se refiere con las "hojas", que son el remedio de las naciones.
Por otro lado no sé por qué, pero relaciono la menstruación como la sangre que se derrama de Cristo.
En realidad esas dos relaciones que me vinieron a la mente no me sirven a mí por ahora en nada, pero tal vez a usted sí. Saludos, Walter.”
NOTA 1: En esta carta-mail habrán notado, que hice un razonamiento lineal (equivocado), al concluir que si el óvulo de la mujer es el fruto, por consecuencia los ovarios son el árbol.
Lo que quiero decir es que la función fisiológica del cuerpo humano, no tiene nada que ver con la función metafísica del mismo; la única relación es que, esta última se apoya en la primera para hacernos ver esa información, que permanece oculta en la Biblia a simple vista.
NOTA 2: Cuando también cito que puede haber una posible relación entre la menstruación y la sangre que se derrama de Cristo, este es un tema que dejaré para el futuro, cuando encuentre más información que me permita profundizar esta pista y ver si es una premisa verdadera o falsa. (El día anterior a subir a la Web este artículo, encontré dicha respuesta, pero de ello hablaré más adelante cuando publique la interpretación del primer capítulo del Apocalipsis).
Como se darán cuenta, llegué a esa conclusión (el óvulo es el fruto) por lo que denomino (ya les he comentado varios casos) “el implante de un pensamiento”.
Si el implante se produce antes de acostarnos, o en medio de la noche cuando nos despertamos de golpe, o momentos después de levantarnos; ese pensamiento que viene de la nada, cuando teníamos la mente en blanco y no era nuestra intención ponernos a pensar sobre ese tema, que en ese preciso instante invadió nuestra mente sin nuestro permiso, en ese caso estaremos hablando de:
Un implante del Espíritu Santo: El cual actúa de esa manera en esos momentos, porque es cuando nuestras ondas cerebrales bajan de frecuencia y comenzamos a conectarnos con nuestro subconsciente.
Mientras que durante el resto del día, el Espíritu Santo se comunicará por medio de principalmente, “coincidencias”.
Por otro lado tenemos:
Un implante de Satanás: El que utilizará las 16 horas que permanecemos despiertos diariamente, para implantarnos continuamente pensamientos negativos.
Y ahora sí, volviendo a la teoría que terminé de escribir el 24/03/12. Ese mismo día a la noche me puse a ver una película que había comprado, titulada “El doble”, que al igual que la otra que les había comentado (“El topo”), trató no de un doble agente (espía), sino de dos.
Cuando terminé de ver la película y me puse nuevamente a analizar la teoría que había terminado de desarrollar a la mañana, analicé la misma y me auto-interrogué:
En los cromosomas de los hombres hay un “topo”, la “Y”, donde se oculta Satanás y en los cromosomas “XX” de las mujeres, ¿no habrá otro topo; siendo en realidad dos “topos” que se están escondiendo detrás de una máscara?
Y me volví a preguntar: ¿Esta película no será otro mensaje-coincidencia, que me está diciendo que son dos los espías?
Ello me hizo escudriñar nuevamente la teoría que había formulado y darme cuenta de lo que intuía.
Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............
Apocalipsis, 1,3:
3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.
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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.
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