150) LEY DE LA ATRACCION - Revelación de Jesucristo (Parte 4)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en cinco partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 4:

 

En la Parte 1 de este artículo expresé en relación al capítulo 1º del Apocalipsis:

 

“encontré la revelación más hermosa que haya descubierto hasta ahora y que creo no habrá otra igual”

 

Y esa revelación tiene que ver con todo el capítulo, pero principalmente con el versículo 7, el cual como podrán apreciar, me llevó entre la interpretación y análisis del mismo, tres artículos enteros (Parte 2 y 3) y el presente (Parte 4).

 

Pero antes de continuar veamos qué mensajes logré encontrar hasta ahora (vuelvo a trascribir lo que expresé hasta el momento):

 

1) “¡Exacto!, con la interpretación que logré realizar me di cuenta que cada vez que una mujer da a luz, está naciendo Jesús nuevamente; es decir cada uno de nosotros somos literalmente en sangre y cuerpo Cristo (esto es cierto tanto para una mujer como para un hombre).”

 

2) Ahora, ¿cómo se entiende que todos somos Cristo?; porque en realidad no somos Cristo repetido infinidad de veces, sino que cada uno de nosotros somos una parte pequeña de esa totalidad única que es Cristo.

 

De la misma forma sucede con esa división de Cristo; cada vez que morimos volvemos a esa única fuente de vida que es Cristo y cada vez que un nuevo ser nace, Cristo vuelve a dividirse (al igual que el óvulo).

 

Es decir a esta altura, logré comprender dos mensajes nuevos que nos difunde la Biblia: 

 

Que cada uno de nosotros somos Cristo y;

Que nos reencarnamos continuamente.

 

Y la forma que utiliza la Biblia en estos versículos para transmitirnos esa enseñanza, es hablándonos por medio de símbolos de ese ciclo de muerte y vida del óvulo y del proceso mismo del parto.

 

En relación a esto último, esa misma información dicha de otra forma y con mayor precisión, la encontraremos en muchísimos otros versículos, a tal efecto citaré a modo de ejemplo lo expresado según el Evangelio de San Juan (19, 31-34):

 

31- Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne.

32- Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús.

33- Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas,

34- sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua.

 

Antes de darles la explicación metafísica de estos versículos, veamos primero su relato histórico:

 

Como se estaba en vísperas de las Pascuas Judías, no podía haber cuerpos colgados de las cruces durante dicha festividad y a tal efecto, para acelerar la muerte de los condenados, a estos se les quebraba las piernas.

 

El efecto que traía quebrar las piernas, implicaba que el hombre en esta situación, no podía mantener el peso de su organismo por las piernas y como consecuencia de ello, el peso que caía de todo el cuerpo oprimía los pulmones del mismo, produciendo una muerte por asfixia. 

 

Fuente consultada:

http://www.escalofrio.com/n/Curiosidades/Muerte_por_Crucifixion/Muerte_por_Crucifixion.php 

 

Ahora sí, les daré a mí entender la versión metafísica:

 

Recuerden para ello lo dicho según el Evangelio de San Juan (19,18):

 

18- Allí lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en el medio. 

 

A esta altura ya saben por la investigación que estoy llevando a cabo, que la Biblia trasmite un mensaje oculto con cada palabra que contiene, no porque sean misteriosas en sí dichas palabras, sino simplemente porque es un idioma distinto que hasta ahora no sabíamos leer.

 

Entonces cuando el Evangelio hace referencia, a que les quebraron las piernas a los dos ladrones que estaban a cada lado de Cristo; en realidad nos está trasmitiendo la posición que toma la mujer en el parto, en el momento de dar a luz.

 

Cada uno de dichos condenados (y sus cruces) representan las piernas de la mujer, que estando acostada flexiona sus piernas (las quiebra), para permitir el nacimiento de su hijo.

 

Mientras que la cruz de Cristo que se ubica al medio, representa el canal de parto.

 

En relación a este relato de las etapas del parto, veamos también estos otros versículos, según el Evangelio de San Lucas (23,44-46):

 

44- Hacia el mediodía se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde

45- En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad,

46- y Jesús gritó muy fuerte: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y dichas estas palabras, expiró. 

 

Aquí se narra literalmente el momento de la muerte de Cristo a las tres de la tarde; y metafísicamente se nos está diciendo que al morir Jesús (al nacer en la Tierra como cada uno de nosotros), en ese preciso instante se “rasga el saco amniótico” (la cortina del Templo se rasgó por la mitad)

 

Y a su vez vean cómo se relaciona, el versículo 34 de más arriba del Evangelio de San Juan, cuando dice que después de muerto le clavan la lanza y “brotó sangre y agua”. Es decir, por medio de distintos capítulos y versículos, nos indica el proceso de parto.

 

De tal manera que en el mismo instante del nacimiento (de la muerte de Cristo), se produce la siguiente secuencia:

 

1º- La mujer se flexiona (quiebra) de piernas para permitir la salida del bebé (quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús.)

2º- Se rasga el saco amniótico (la cortina del Templo se rasgó por la mitad)

3º- Cae el líquido amniótico (brotó sangre y agua)

 

Y esto no es todo, en muchos otros versículos se siguen trasmitiendo otros síntomas que se producen durante un parto.

 

Un ejemplo de ello es el Evangelio de San Mateo (27,51-52):

 

51- En ese mismo instante la cortina del Santuario se rasgó de arriba abajo, en dos partes.

52- La tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado ya al descanso.

 

Cuando dice que la tierra tembló, se está refiriendo a las contracciones del cuerpo de la mujer (la madre Tierra). Y vean cómo se mantiene la secuencia del parto, en este caso se anuncia la 4º etapa:

 

4º Comienzan las contracciones finales del parto (La tierra tembló)

 

Luego con el simbolismo de la partición de las rocas, hace con ello mención a la dilatación de toda la zona que implica el canal de parto.

 

Y la última parte de este versículo, habla sobre la reencarnación al mismo tiempo de todos los seres que en ese instante, están naciendo en distintas madres. Y que vuelven nuevamente del Paraíso a la Tierra, a continuar con su aprendizaje espiritual.

 

Y el otro ejemplo que cito es en el Apocalipsis (16,17-18):

 

17- El séptimo ángel vació su copa en el aire. Entonces salió una voz del trono que se escuchó fuera del Santuario, y decía: «Está hecho.»

18- Se produjeron relámpagos, retumbar de truenos y un violento terremoto. Nunca hubo terremoto tan violento como éste desde que hay hombres sobre la tierra.

 

Vean cómo en el versículo 17, indica que llegó el momento de la ira de Dios y que ésta se concreta por medio del versículo 18, que son los síntomas finales de un parto.

 

NOTA AL MARGEN: Pensar que durante dos milenios nos estuvieron inculcando que el Apocalipsis era algo aterrador, que le iba a suceder a la humanidad algún día y muchos agoreros siempre estuvieron dando falsos pronósticos, de cuándo esto iba a ocurrir.

 

Cuando en realidad el Apocalipsis es el texto más hermoso de todos; donde lo que se relata, ocurre todos los días de la vida por los siglos de los siglos, describiéndose no la muerte, sino el nacimiento de Cristo en cada uno de nosotros.

 

Yo pude comprender esta revelación, en primera instancia por medio del versículo 7, pero lo mismo está expresado en otros versículos; otro ejemplo de ello es en Apocalipsis (19,13):

 

13- Viste un manto empapado de sangre y su nombre es: La Palabra de Dios.

 

El manto empapado de sangre, es la forma de denominar a la placenta del útero materno. Donde “manto” es la placenta misma y “empapado de sangre” son el entrecruzamiento de cientos de vasos sanguíneos, que contienen el oxígeno y nutrientes que alimentarán al bebé durante el embarazo.

 

Fuente consultada: http://espanol.pregnancy-info.net/acerca_de_las_placentas.html

 

Es decir, en un versículo utiliza la palabra “nubes” para indicar que Cristo viene a la vida dentro del saco amniótico y en este último versículo, nos dice lo mismo expresando que nace cubierto por la placenta materna.

 

A su debido tiempo escribiré un artículo con versículos que citan de distintas formas, este evento del parto de una mujer; pero por ahora los ejemplos que les di, les servirán para entender el significado real que le da la Biblia a las palabras: temblores, terremotos, partición de piedras, separación de cordilleras y continentes, etc. 

 

Como podrán apreciar, según los análisis que fui realizando últimamente de distintos capítulos, cada vez me es más difícil interpretar un capítulo por sí mismo, sin evitar relacionarlo con otros capítulos; donde este cruce de información, me permite ejecutar una traducción más concisa y completa.

 

Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............

 

Apocalipsis, 1,3:

 

3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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