215) LEY DE LA ATRACCION - La profecía de los indios Hopi (Parte 2)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en cinco partes, a continuación la Parte 2:

 

Entonces las definiciones que encontré de Arameo, fueron las siguientes:

 

* Persona de piel negra que viene de África o de ancestros africanos.

* De o perteneciente a un grupo racial de piel oscura, especialmente de origen del sub-Sahara africano.

* Ausencia de color (el color del cielo en la noche) que se crea al absorberse toda la luz sin producir reflexión; oscuro y sin color.

 * Oscuro y sin color, que no refleja la luz visible.

 

Fuente de consulta: https://es.glosbe.com/es/arc/negro

 

Y a continuación coloco la fuente donde dice que el arameo era la lengua de Jesús.

 

Fuente de consulta:

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/05/140527_cultura_cristo_idioma_wbm

 

Además por la siguiente página aprendí que la raza aramea estaba compuesta, un 80% de raza negra y un 20% de indígena del desierto, por ello que las definiciones de Arameo, representan básicamente a aquello que es de color negro.

 

Fuente de consulta:

https://cartasarzobispales.wordpress.com/2012/10/21/el-jesus-arameo/

 

Sin querer entrar en confrontaciones banales, de si Jesús era de piel negra o no; esa discusión la dejo de lado, ya que para lo que estoy analizando no tiene importancia.

 

Lo importante es que uno dice ARAMEO y automáticamente se lo relaciona con JESUS y por otro lado dicha palabra define el significado de NEGRO.

 

Si bien todas las definiciones que transcribí más arriba son similares, me voy a concentrar en la última:

 

* Oscuro y sin color, que no refleja la luz visible.

 

Ahora relacionemos toda esta información con Satanás y veamos las conclusiones que surgen:

 

1º) “Es oscuro y no refleja la luz”, dice la definición.

2º) Nuestro hogar donde vivimos terrenalmente, es el ABISMO, propiedad de Satanás, el Reino de la oscuridad.

 

Y por otro lado:

 

3º) JESUS nos representa como nombre, a cada uno de nosotros, de la misma forma que el cuerpo de cada uno de nosotros, es literalmente CRISTO.

 

Entonces volviendo al análisis del insulto que me propinó Satanás, y ya sabiendo que Dios nos trasmite mensajes utilizando el significado de las palabras principales, sin tener en cuenta las conjunciones y artículos (igual que Google), vemos que del insulto que esa chica me hizo (¿cómo se dice en Arameo, negro de mierda?), si tomamos sólo los sustantivos, nos queda:

 

ARAMEO – NEGRO – MIERDA

 

Y sabiendo ya, que ARAMEO es un sinónimo de NEGRO; la expresión vertida por esa mujer, en realidad significaba:

 

JESUS, sos una mierda”

 

Ya que el insulto inicial ofende básicamente, a aquellos que no trabajan porque no quieren (no porque no consiguen o están imposibilitados físicamente) y que además quieren vivir a costa de los demás, independientemente del color de piel de cada uno.

 

Por ello concluí que el último insulto que determiné, es el que realmente puede ofender a cualquiera, porque no implica el color de piel, ni la condición social o apariencia física. Dicho insulto va al corazón de la persona, como que se dirige al Espíritu de la misma:

 

¡SOS UNA MIERDA!

 

Así es que cuando Satanás dirigió esa puteada, lo hizo hacia mí, porque de acuerdo al conocimiento que voy acumulando y a la Verdad que se me va revelando, en ese instante yo estaba representando al género humano (Jesús).

 

Entonces hasta ahora tenemos, ¿a quién iba dirigido el insulto?, y antes de analizar ¿el porqué de ese insulto?, a continuación profundizaré la investigación sobre los siguientes interrogantes:

 

Sabiendo que el insulto le pertenecía a Satanás.

 

1º) ¿Esa chica, era en realidad el mismísimo Satanás, con forma de mujer?

2º) ¿Satanás tomó prestado un cuerpo de una mujer?

3º) O simplemente, ¿Satanás le llenó la cabeza a esa mujer, de pensamientos negativos, para que explote justo cuando yo pasaba?

 

Veamos la primer hipótesis interrogativa:

 

Si hubiese sido el mismo Satanás, el insulto no hubiera sido frente a un montón de personas, podría haber elegido un lugar donde yo estuviera solo; no digo mi oficina, porque de acuerdo a la profecía de Parravicini, desde mi oficina “la nueva Biblia que llega a nuestro conocimiento, se constituirá a partir de ahora en el Faro de Faros”.

 

Entonces considero que el lugar donde aparece el “Faro de Faros”, por ese solo hecho, debe estar constituyéndose en un lugar Sagrado; pero podría haber sido cualquier otro lugar, donde a veces estoy solo “sin testigos cerca”. Ante esto, primero cabría preguntarse:

 

¿Satanás puede materializarse físicamente para hacer notar su presencia?. Si bien no encontré ninguna prueba referencial de que esto haya sucedido alguna vez en la historia (si hay pruebas y la misma Biblia lo cita, de las personas endemoniadas), no sería descabellado pensar, que Satanás en su territorio tiene ese poder.

 

Nota del autor:Si bien Satanás nunca se me presentó en la “realidad”, sí lo hizo hace como dieciocho meses, en medio de un sueño lúcido (tomar consciencia dentro de un sueño, de que se está soñando). Y dicho sueño se desarrolló de la siguiente manera:

 

Me doy cuenta que estoy en un sueño y en ese momento me encuentro en medio de la oscuridad, pero “presentía” aún sin ver, que delante mío estaba Satanás; ante ese reconocimiento, extiendo mi brazo y logró vérmelo junto con mi mano, en medio de la oscuridad (como si una pequeña luz difusa iluminara sólo mi brazo).

 

Nota al margen: Recuerden que en los sueños, sí bien sólo está nuestro Espíritu, al seguir con la costumbre de la tercer dimensión, creemos estar todavía con nuestro cuerpo físico y vemos al mismo como si existiera.

 

Entonces, volviendo al relato de dicho sueño, al mismo tiempo que voy extendiendo mi brazo y diciéndole a Satanás con mi mente, que vengo como amigo a brindarle paz; veo como de adelante, entre la penumbra, se empieza a asomar otro brazo con la mano extendida.

 

Sin embargo en el instante en que estaba a punto de tocar dicha mano a la mía, la misma (sin perder la relación de la escala), se convierte en una cabeza de dragón.

 

Y sin que ese hecho me produjera temor, a continuación dicha cabeza me muerde la mano, sintiendo yo un dolor semejante a un pellizcón fuerte.

 

Cuando sucedió esto, instintivamente retiré el brazo, pero inmediatamente me dije: ¡Estoy en un sueño, y ello no me puede doler ni producir daño!; entonces volví a extender mi brazo y a meter la mano nuevamente dentro de la boca de “ese dragón” y éste me volvió a morder, pero en ese instante me desperté, regresando a mi cuerpo físico.

 

Ese día Satanás tuvo la oportunidad de rendirse incondicionalmente, pero a partir de ahí, al negarse, supe que debía cumplir con la misión que nuestro Padre nos encomendó a cada uno de nosotros, de aplastar a ese reventado, como lo indica la séptima plaga de Egipto. Porque nosotros “no venimos a traer Paz, sino espada”.

 

Así que concluyendo con la interrogación de la primer hipótesis; esa mujer no era Satanás en persona, porque como ya dije, si hubiera querido se me hubiera aparecido estando yo solo; y esto no ocurrió, porque sería una señal de debilidad de su parte, un manotazo de ahogado. Ya que su presencia física momentánea, no me produciría ninguna clase de temor y por el contrario sería lo único que me terminaría de convencer de que nuestra vida es una matrix, una irrealidad física en la cual estamos prisioneros, y que saldremos de ella en la medida que nos demos cuenta del papel que cada uno estamos ejecutando.

 

Por así decirlo, hoy siento en un 70%, que la vida representa una ficción, pero por otro lado, un 30% de mi mente todavía me ata a las preocupaciones del mortal, de conseguir la comida diaria para sobrevivir.

 

En cambio si Satanás se me apareciera, esa falsa fachada que es la vida, se desmoronaría como un castillo de naipes, mostrando la única realidad de cada uno de nosotros, que somos comandos enviados a aniquilar a Satanás y todo lo demás es una simple pantalla, que oculta nuestra verdadera identidad.

 

Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............

 

Apocalipsis, 1,3:

 

3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde “la playa de las arenas argentadas”, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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