245) LEY DE LA ATRACCION - El Nº 77 (Parte 2)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en dos partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 2:

 

El anterior artículo terminé con la siguiente interrogación:

 

“Aquí habría que preguntarse, ¿por qué según que Biblia tomemos, colocaron una versión u otra?”

 

Y la respuesta la encontré en una página de Internet, que en cuanto a esta diferencia decía:

 

“La mayoría de las traducciones de la Biblia dicen "setenta veces siete", pero algunas como la Nueva Versión Internacional, la Traducción del Nuevo Mundo o La Palabra de Dios para Todos dicen "setenta y siete veces" (también la New American Bible o la New Revised Standard Version en inglés).

 

¿Cuál es la forma más correcta de traducirlo?

 

En realidad no se sabe con certeza. De hecho, la propia Reina-Valera dice en una nota que puede traducirse de ambas formas.

 

De modo que las dos traducciones son posibles. Sin embargo, hay un par de razones que hacen que nos inclinemos más por una de las dos opciones.

 

En primer lugar, debemos fijarnos en la pregunta a la que Jesús estaba respondiendo. Pedro no pregunta "cuánto" (πόσος, "posos") o "con qué frecuencia" o "hasta qué cantidad". Pedro pregunta ποσακις  ("posakis"), que con el sufijo "-kis" significa "cuántas veces", o "en cuántas ocasiones". Y luego añadió: ¿εως επτακις? ("¿eos heptakis?"), que significa: "¿hasta siete veces?", o "¿hasta en siete ocasiones?".

 

Es lógico concluir que la respuesta de Jesús guarda coherencia con la pregunta y que por tanto también usa "-kis" en el sentido de "ocasiones": "hasta setenta ocasiones y siete".


Y hay otra razón que parece favorecer esta forma de traducirlo. Leamos Génesis 4:24 según la Biblia de Jerusalén:


"Caín será vengado siete veces, mas Lámec lo será setenta y siete."


En este caso no hay problema porque el hebreo es claro: שׁבעים ושׁבעה. Trasliterado, esto es: "shibim vashibah
; "shibim" significa "setenta", "va-" significa "y", y "shibah" significa "siete" o "siete veces". De modo que el texto hebreo dice claramente "setenta y siete veces".

 

Pero cuando los judíos alejandrinos tradujeron esto para la Septuaginta, ¿cómo expresaron "setenta y siete veces" en griego?

 

"Hebdomekontakis hepta", exactamente la misma expresión que aparece en Mateo 18:22. Esto es una indicación de que probablemente Jesús en su respuesta quería decir "setenta y siete" y no "setenta veces siete". 

 

Incluso podríamos aventurar que Jesús establece aquí un contraste. Frente a la arrogante amenaza de Lamec de vengarse hasta setenta y siete veces, el cristiano debe estar dispuesto a perdonar hasta setenta y siete veces.”

 

Fuente de consulta:

http://bibliareflexiones.blogspot.com.ar/2013/04/perdonar-77-veces-o-70-veces-7.html

 

En definitiva, de toda esta explicación rescato la siguiente frase:

 

“De modo que las dos traducciones son posibles.”

 

Y si bien literalmente 70 veces 7, no es igual que 77; simbólicamente Dios nos está diciendo lo mismo:

 

En su momento en el artículo titulado “Nº 109 - El eslabón perdido (Parte 2)”, había expresado respecta a la interpretación que yo hacía de la versión cristiana, lo siguiente:

 

“Al estar precediendo el número 70 al número 7, se nos está diciendo con ello que previamente a llegar a la perfección (la comunicación con el Espíritu Santo) pasaremos por un período de castigo o sufrimiento.”

 

Mientras que del versículo de la versión evangélica, (Jesús le contestó: “No te digo siete, sino setenta y siete veces.”), en este mismo artículo más arriba indicaba:

 

Al 7 le sigue el 77, que es lo mismo que decir, ¡Para llegar a la perfección (7) se debe lograr primero “la elevación del hombre sobre la materia, hacia lo espiritual. (77)!

 

Como ven, simbólicamente se está transmitiendo exactamente el mismo concepto: Para llegar a la perfección de la apertura espiritual, primero debemos pasar por el castigo, que implica la prueba a que somos sometidos durante nuestros primeros 40 años de vida.

 

Nota al margen: El 20 de enero de 2016, si bien todavía no había escrito este artículo, porque estaba terminando el anterior; si ya había comprendido el mensaje del Nº 77, incluso tenía hecho un punteo con todos los versículos que citaría en el presente artículo. Sin embargo aún así, recibí una tercer coincidencia que se presentó de esta manera:

 

Ese día por la noche mi esposa estaba en la computadora revisando el correo, y me dice sonriendo: ¿A que no sabes cuántos mails tengo en la bandeja de entrada?, yo le respondí un número que no llegaba ni a la mitad del que era; entonces ella continuó, ¡No, tengo 770!.

 

Es decir, el Nº 77 aparecía nuevamente (por tercera vez) camuflado dentro de otro número mayor; esto me hizo acordar la hipótesis que planteé en el artículo titulado “Nº 64 - ¡Gracias Aika! (Parte 2)”, donde el mismo día me apareció tres veces el número 17:

 

“Cuando sucedió esto me vino a la mente una intuición de la cual me pregunté ¿El Universo no nos mandará tres mensajes del mismo tipo cada día?”

 

Obviamente que el 77 no me apareció tres veces en el día, sino con el correr de los mismos; pero en ese caso tal vez la hipótesis correcta sea, sin especificar tiempo, la acumulación cercana del mismo mensaje durante tres veces.

 

Por esa razón, aún cuando yo ya había comprendido lo que el Espíritu Santo me quería decir, la tercer coincidencia apareció de todas formas.

 

En definitiva, el Espíritu Santo en forma consecutiva me transmitió dos mensajes; el de la Calandria (9/1/16) y el del Nº 77 (13/1/16):

 

-Estoy liberando mi alma y

-Me estoy elevando por sobre la materia a lo espiritual.

 

Ahora la afirmación que me planteó es:

 

Por alguna razón que desconozco, toda mi investigación me dio ahora y no antes, un punto de apoyo para realizar ese “salto” en el conocimiento.

 

Pero por el momento, a lo sumo considero que estaré en una transición dentro de ese “cambio”, porque no compruebo todavía que mi Fe se haya incrementado exponencialmente, para que mis deseos se cumplan automáticamente con solo pedirlos. Porque en definitiva, el conocimiento es aprender a materializar a la Fe, con un convencimiento natural que nazca desde el corazón.

 

Lo que quiero decir entonces, es que esos mensajes me estarían comunicando que ese “cambio” es inminente; de lo contrario no se entendería para qué el Espíritu Santo me mandó a la Calandria y al 77.

 

Sin embargo decir inminente, puede resultar impreciso en este tema, donde el tiempo lineal no existe; a modo de ejemplo si uno dijera una fecha: 6 de mayo de 2016; la misma puede resultar cercana o no de acuerdo al objetivo planteado.

 

Si esa fecha hipotética fuera el punto de llegada, la misma estaría cercana, pero en cambio, si la misma fuera el punto de partida de nuestra meta, entonces su cercanía ya no sería tal. Todo es relativo diría Einstein.

 

Pero lo que sí es seguro, es que todo llega y con más razón cuando ya fue profetizado (el que quiera entender, que entienda).

 

¡ATENCIÓN!: El próximo párrafo lo coloqué unos días después de terminar este artículo, ya que al buscar información en un post que había escrito anteriormente y que me serviría para desarrollar lo que va a ser mi próximo artículo, (con un tema que nada tiene que ver con este), encontré sin querer (coincidencia) un párrafo que justamente hablaba del Nº 70.; y ahí me di cuenta que más arriba había indicado erróneamente, que 70 representa la prueba; sin embargo en dicho artículo titulado “Nº 180 - Los 144.000 en el monte Sión (Parte 3)”, había expresado correctamente respecto al Nº 70, lo siguiente:

 

“Vean como todo lleva a lo mismo; la destrucción de la ciudad de Jerusalén (el cuerpo del hombre) en el año 70, representa la muerte carnal del cuerpo. Mientras que la construcción del Templo de Venus, es la simbología usada para indicar la reencarnación, por medio de la gestación del feto en el útero materno.”

 

Por lo tanto, una cosa es la prueba (nuestros primeros 40 años) y por otro lado el castigo que representa el Nº 70 y que es el simbolismo para identificar nuestra muerte carnal. Pero esto no quiere decir que sea nuestro castigo (Dios nunca nos castiga), sino que es el castigo sobre nuestra mente consciente, que no quiere reconocer y aprender cuál es “LA VERDAD” (nosotros fuimos enviados por Dios adentro de la mente consciente, para ayudarla a ésta a conectarse con la mente subconsciente)..

 

Así que la interpretación final de los versículos tratados en este artículo sería:

 

Al estar precediendo el número 70 al número 7, se nos está diciendo con ello que: Previamente para llegar a la perfección (la comunicación con el Espíritu Santo) nuestra mente consciente pasará por distintos períodos de castigo o sufrimiento (muertes y reencarnaciones sucesivas).

 

Y lo anterior ocurrirá mientras al 7 no le sigua el 77, que es lo mismo que decir, ¡Para llegar a la perfección (7) se debe lograr primero “la elevación del hombre sobre la materia, hacia lo espiritual. (77)!

 

Apocalipsis, 1,3:

 

3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde “la playa de las arenas argentadas”, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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