251) LEY DE LA ATRACCION - Jesús entra triunfal a Jerusalén (Parte 6)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en diez partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 6:

 

Ahora les colocaré para analizar, el resumen de los versículos que yo había marcado como indicios del mensaje a develar y que continúan a los que ya interpreté (agrupados según los hechos narrados, sin importar necesariamente a cuál Evangelio corresponden):

 

Purificación del templo 

 

8-      Y entró Jesús en el templo de Dios. (Mateo 21, 12)

9-       mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. (Mateo 21, 13)

10-   salió fuera de la ciudad a Betania. (Mateo 21, 17)

 

A estas alturas con el punto 8 (versículo 12), se nos informa que Jesús ya habiendo entrado a Jerusalén, se dirige ahora al Templo. Y para entender a quién representa el Templo de Dios, primero les transcribiré lo que indiqué en el artículo titulado “Nº 117 - El jardín del Edén (Parte 1)”:

 

“Ya Cristo dijo que cada uno de nosotros somos el Templo del Señor; a tal efecto cito lo dicho según el Evangelio de Juan (2,18-21) (marcándoles en negrita los indicios de dicho versículo):

 

18- Los judíos intervinieron: “¿Qué señal milagrosa nos muestras para justificar lo que haces?”

19- Jesús respondió: “Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días.”

20- Ellos contestaron: “Han demorado ya cuarenta y seis años en la construcción de este templo, y ¿tú piensas reconstruirlo en tres días?”

21- En realidad, Jesús hablaba de ese Templo que es su cuerpo.”

 

Nota al margen: Desviándome por un momento del tema, presten atención en el versículo 20, cuando se refiere a los 46 años que llevó la construcción del templo. Ello me hizo acordar lo que había subido a la Web el 10 de marzo del 2012, por medio del artículo titulado Nº 133 - Los doscientos millones de soldados (Parte 4)”, cuyo texto pertinente abajo pueden verlo:

 

“Entonces me dije, ¿qué pasa si hago al revés, trato de buscar una parte del cuerpo que por su importancia tendría que estar descripta simbólicamente en la Biblia?.

 

Y la parte que por su envergadura entendía que debía estar representada en dicho libro Sagrado, era sobre los 46 cromosomas que llevan toda la información genética del ser humano y que había empezado a interiorizarme al analizar el proceso de formación de los espermatozoides.

 

Sin embargo, poniendo en Google las palabras Biblia y 46, fuera de la identificación de todos los versículos que estaban determinados con el número 46 (todos los que leí no me decían nada destacable), la única coincidencia que aparecía, era que los libros que contiene el Antiguo Testamento eran justamente de “46” (información aparte, los del Nuevo Testamento son 27).”

 

Nota al margen: En ese momento no me di cuenta de la coincidencia (funcional), pero de la misma manera que los 46 cromosomas llevan toda la información genética del cuerpo humano, el Antiguo Testamento lleva toda la información de los 46 libros que lo componen.

 

En definitiva, al recordar lo escrito en el artículo 133; automáticamente comprendí el significado del versículo 20 que ahora lo vuelvo a transcribir (junto con el 19) con su respectiva interpretación (marcándoles en negrita los indicios de dicho versículo):

 

19- Jesús respondió: “Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días.”

20- Ellos contestaron: “Han demorado ya cuarenta y seis años en la construcción de este templo, y ¿tú piensas reconstruirlo en tres días?”

 

La construcción del templo (del cuerpo humano) es el resultado (ha demorado) de la unión de los 23 cromosomas del espermatozoide, más los 23 cromosomas del óvulo, dando por efecto los 46 cromosomas del nuevo cuerpo (46 años).

 

Y cuando Jesús dice, que si destruyen el Templo (el cuerpo humano), él lo reedificará en tres días; nos está diciendo que el cuerpo tarda en reconstruirse (reencarnarse), tres días, que es el simbolismo para referirse a las 39 horas que Cristo permaneció muerto en el sepulcro y que como en el artículo titulado “Nº 192 - Judas Iscariote (Parte 2)” dije:

 

“Bien, hasta aquí la interpretación del concepto de las 30 monedas de plata; pero independientemente de esto último, al mismo tiempo terminé de comprender el significado de las 39 horas que Cristo había permanecido muerto antes de resucitar y que desarrollé en el artículo titulado “Nº102 - Resucitó al tercer día (Parte 3).

 

En ese artículo había expresado que las primeras 9 horas de muerto de Cristo, representaban la gestación del bebé, y que las 30 horas que éste permaneció en el sepulcro hasta su resucitación, simbolizaban la vida del hombre.

 

Pero con lo que descubrí en este artículo, me di cuenta que en realidad las 39 horas que Cristo permaneció muerto, significan todo el proceso de desarrollo del feto humano, dividido en la gestación (9 meses) y el alumbramiento (30 minutos).

 

Es decir, el sepulcro por un lado representa nuestra mente, donde estamos encerrados tres días y tres noches (con pensamientos positivos y negativos). Esto último desarrollado y en forma más amplia en el mismo artículo a que hice mención dos párrafos atrás.

 

Y por otro lado el sepulcro, simboliza también al útero materno en el momento del alumbramiento.”

 

Y también les coloco lo que escribí en el artículo titulado “Nº 209 - El Anticristo” (marcándoles en negrita los indicios de dichos versículos):

 

“SEGUNDA CARTA A LOS TESALONICENSES

 

Capítulo 2

 

3- Que nadie los engañe de ninguna manera. Porque antes tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el Ser condenado a la perdición,

4- el Adversario, el que se alza con soberbia contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta llegar a instalarse en el Templo de Dios, presentándose como si fuera Dios.

                                                                                                                                   

8- y entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor Jesús destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de su Venida.

9- La venida del Impío será provocada por la acción de Satanás y está acompañada de toda clase de demostraciones de poder, de signos y falsos milagros,

10- y de toda clase de engaños perversos, destinados a los que se pierden por no haber amado la verdad que los podía salvar.

 

(Que tu mente consciente no te engañe, porque antes tiene que venir la apostasía -negación de la fe- y manifestarse el hombre materialista.).

 

(La mente consciente es el adversario que se alza con soberbia instalándose en el Templo de Dios -en anteriores artículos ya concluí que el cuerpo humano es dicho Templo- donde nosotros mismos le damos la supremacía a nuestro Ego).

 

(El Anticristo será destruido con la aparición de Cristo, ya que una etapa mental supera a la otra).

 

(Los engaños, demostraciones de poder y falsos milagros son las cosas que conseguimos, por prevalecer contra el que tenemos al lado, usando todo el poder de nuestra mente consciente y de nuestro Ego).”

 

Vieron como acá, habla de forma semejante a lo expresado en el versículo 12 del capítulo 21 de Mateo, que a continuación se los transcribo completo:

 

12- Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 

 

Y también les traigo a colación, lo indicado en el artículo titulado “Nº 193 - Judas Iscariote (Parte 3)”:

 

“Para que se entienda mejor todavía esta combinación en el mismo cuerpo de Judas y Cristo, simplificaré la conformación de nuestro cuerpo físico y espiritual, de la siguiente manera:

 

Nuestras extremidades (piernas, brazos) más todos los órganos, son el traje de nuestro cuerpo. Luego la mente consciente es el cuerpo (Judas) y nosotros con nuestro Espíritu (Cristo) estamos enclaustrados dentro de la mente consciente.

 

Con esto quiero decir que ese cuerpo físico y carnal que tenemos, en realidad es un engaño visual, una irrealidad que se resume en definitiva a nuestra mente, la que se conforma en tres partes: La mente consciente, la mente subconsciente y la mente Superior (Dios), como ya desarrollé dentro de mis primeros artículos.”

 

Conclusión: Simplificando, nuestro cuerpo carnal es nuestro traje espiritual; mientras que nuestra mente (el templo de Dios) es nuestro cuerpo espiritual.

 

Por ello, al llegar Jesús al Templo de Dios y ver que estaba lleno de los pensamientos negativos (los que vendían y compraban en el templo), él los echó a todos fuera.

 

Nota al margen: Recuerden que en la mente consciente recibimos por día 72.000 pensamientos negativos (ver el artículo titulado “Nº 180 - Los 144.000 en el monte Sión”).

 

Por lo tanto nuestro verdadero cuerpo, es nuestra mente (el Templo de Dios).

 

Y luego de terminado todo esto, salió de la ciudad (el cuerpo de la mujer) hacia Betania (el útero).

 

Pero antes de continuar con lo que sucede al pasar por Betania, les plantearé la siguiente hipótesis, en cuanto a la acción que tuvo Jesús en el Templo de Dios:

 

En estos últimos versículos, se nos dice (interpretación de por medio) que al comenzar al día 7 el implante del óvulo fecundado, Jesús entra al cuerpo de la mujer (Jerusalén) y de ahí ingresa al templo de Dios (la mente consciente de la mujer); donde echa afuera de la mente de esa madre, a todos los pensamientos negativos.

 

Sabemos por regla que toda mujer embarazada, durante la mayor parte (como mínimo) del embarazo, es invadida como cualquier ser humano por pensamientos negativos; con lo cual si Jesús echa a dichos pensamientos, supongo que sucede solamente a partir del momento que comienza el implante sobre el endometrio del útero y que como mucho puede durar sólo por ese día.

 

Con lo anterior quiero decir, tratando de entender esta acción de parte de Jesús; que este “libera” el terreno del enemigo para que, cuando empieza el implante, la madre recibe inconscientemente ese signo de que el mismo comenzó (al no recibir en ese momento ningún tipo de pensamientos negativos).

 

Pero esta hipótesis se complementa con los versículos que siguen, respecto a la maldición que le impartió Jesús a la higuera.

 

Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............

 

Apocalipsis, 1,3:

 

3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde “la playa de las arenas argentadas”, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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